Sección VASOS COMUNICANTES
Moncho Otero
Cantautor y poeta, nace en Madrid. En 1995 comienza su carrera musical dentro del movimiento de canción de autor «Nuevos Juglares». Entre los años 1996 y 1998, realizó diversos recitales en cafés-teatro madrileños en colaboración con Gloria Fuertes. Ha recibido una mención de honor en el Certamen Nacional de Canción de Autor «Cantigas de Mayo» (2002); se seleccionó uno de sus temas en el Primer Certamen Internacional de Cantautores «Carlos Cano» (2003); publicó su primer disco Los hombres no supieron en 2004 y en 2006 se incluyen dos poemas musicados por él en la colección editada por la Fundación Autor. Ha participado en tertulias y programas de TV.
Su repertorio, además de sus propios poemas, musicaliza, entre otras, poesías de César Vallejo, Rubén Darío, Ángel González, Luis García Montero, José Hierro, Rafael Morales, Nicolás Guillén…
Rafa Mora
Destacan dos vertientes en su carrera musical: por un lado, la de compositor de temas propios con letra y música, y por otro, la musicalización de poemas de muy diversos autores tales como Mario Benedetti, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Nicolás Guillén, Luis García Montero, Manuel López Azorín, Andrés García Madrid, Fina de Calderón, Belén Reyes, Luis Eduardo Aute o Rafael Morales... Con Moncho Otero, en la actualidad, recorren Institutos, centros cívicos, etc. llevando dos espectáculos poético-musicales: «Bérbole», basado en textos de poetas contemporáneos de distintos estilos y Versos sobre el pentagrama coordinado y producido por ellos en el emblemático Café Libertad 8 de Madrid.
Es indiscutible el nexo de unión que existe entre la poesía y la música. Son disciplinas que han sabido complementarse y enriquecerse mutuamente. Su máxima conjunción y representación deriva en la poesía cantada que, sin desvirtuar o anular ambas realidades expresivas, consigue expandir y ampliar significados y emociones y no reducirlos o transformarlos.
De este modo, la poesía cantada se convierte en una excelente vía para difundir y dar a conocer, a través de la música, este importante género literario. Una labor que nos permite un mayor acercamiento al universo poético y al conocimiento de nuestros hombres y mujeres poetas.
Versos sobre el pentagrama es un proyecto creado por los músicos Moncho Otero y Rafa Mora, que surge con la idea clara de acercar la poesía de una manera desnuda, sencilla, amena y didáctica a través de la música.
Un completo espectáculo poético-musical donde se deja entrever una labor profesional y contrastada de más de 17 años de experiencia en musicalizar e interpretar textos poéticos de muy diversos autores y autoras contemporáneos.
Versos sobre el Pentagramarealiza un recorrido general por la trayectoria poética de estos autores y autoras a través de un medio tan cómodo, lúdico, atractivo y accesible como es la música, en forma de espectáculo poético-musical con canciones que combinan diferentes ritmos y estilos musicales entremezcladas con recitados y pequeñas referencias biográficas, bibliográficas y anecdóticas de los poetas.
Versos sobre el Pentagrama es un formato original. Una novedosa y atractiva propuesta pedagógica que sirve para reivindicar la poesía como parte de nuestra cultura, de nuestra forma de vivir, sentir y pensar.
Los programas y las propuestas que componen el proyecto Versos sobre el Pentagrama son:
Yo estaba junto a ti. Calladamente
se abrasaba el paisaje en el ocaso
y era de fuego el corazón del mundo
sobre el silencio cálido del campo.
Un no sé qué secreto, sordo, ciego,
me colmaba de amor; yo, ensimismado,
estaba fijo en ti, no comprendiendo
el profundo misterio de tus labios.
Puse la mano en tu mejilla pura
con un temblor casi de luz, de pájaro,
y vi el paisaje convertirse en ala
y arder mi frente contra el cielo alto.
¡Ay, locura de amor!, ya todo estaba
en vuelo y en caricia transformado...
Todo era bello, venturoso, abierto...
y el aire ya tornóse casi humano.
ELENA,
bajo tu corazón
no hay silencio, hay amor.
La luna entera
y redonda
sobre el encinar
alondra.
Hay amor.
Elena,
el encinar
es tu pena.
Hay amor
bajo la luna
de tu corazón.
Ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial
nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual
ustedes cuando aman
calculan interés
y cuando se desaman
calculan otra vez
nosotros cuando amamos
es como renacer
y si nos desamamos
no la pasamos bien
ustedes cuando aman
son de otra magnitud
hay fotos chismes prensa
y el amor es un boom
nosotros cuando amamos
es un amor común
tan simple y tan sabroso
como tener salud
ustedes cuando aman
consultan el reloj
porque el tiempo que pierden
vale medio millón
nosotros cuando amamos
sin prisa y con fervor
gozamos y nos sale
barata la función
ustedes cuando aman
al analista van
él es quien dictamina
si lo hacen bien o mal
nosotros cuando amamos
sin tanta cortedad
el subconsciente piola
se pone a disfrutar
ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial
nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual.
En el infierno había un violoncello
entre el café y el humo de pitillos
y cien aulas con libros amarillos
y nieve y sangre y barro por el suelo.
Pero tú, resguardada por el velo
de tus cristales de lucientes brillos,
pasabas, seria y pura, en los sencillos
compases de tu fe y de tu consuelo.
Algunas veces fuimos, de la mano,
por las venas del bosque y la corneja
cantó melancolía en nuestras almas,
si nos separa el Ábrego inhumano,
no llores mi amistad hoy que se aleja,
entrega al viento el talle de tus palmas.
Esta tarde,
frente a ti, en los ojos siento algo
que te mira y no soy yo.
¡Qué antigua es esta mirada,
en mi presente mirando!
Hay algo, en mi cuerpo, otro.
Viene de un tiempo lejano.
Es una querencia, un ansia
de volver a ver, a verte,
de seguirte contemplando.
Mi táctica
es mirarte
aprender cómo eres
quererte como eres
mi táctica es hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en ti
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
Como la mía, y no mía.
Me reconozco y la extraño.
¿Vivo en ella, o ella en mí?
Poseído voluntario
de esta fuerza que me invade,
mayor soy, porque me siento
yo mismo, y enajenado.
Mañanicas floridas
del frío invierno
recordad a mi niño
que duerme al hielo.
Lope de Vega
Vistió la noche, copo a copo,
pluma a pluma,
lo que fue llama y oro,
cota de malla del guerrero de otoño
y ahora es reino de la blancura.
¿Qué hago yo, profanando, pisando
tan fragilísimo plumaje?
Y arranco con mis manos
un puñado, un pichón de nieve,
y con amor, y con delicadeza y con ternura
lo acaricio, lo acuno, lo protejo.
Para que no llore de frío.