Letra 15. Revista digital
Revista digital de la Asociación de Profesores de Español «Francisco de Quevedo» de Madrid - ISSN 2341-1643

Sección NUEVAS VOCES

El horizonte de sucesos y el Arte contemporáneo

José Antonio Torres Cabrero

 

tejotator@hotmail.com

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Resumen / Abstract

Resumen.

El artista se comunica con el destinatario mediante su obra. El lenguaje artístico es interpretado por el observador. Con la expresión «horizonte de sucesos» la historia lineal del arte desaparece ya que el arte actual no solo imita al pasado, también utiliza nuevos materiales y nuevas tecnologías.

Palabras clave: autor, arte, horizonte de sucesos, observador, posmoderno.

Event Horizon and contemporary Art

Abstract.

The artist communicates with the receiver through his/her work. Artistic language is interpreted by the observer. With the expression "Event Horizon", linear history of art vanishes given that current art not only imitates the past, but also uses new materials and new technologies.

Keywords: author, art, Event Horizon, observer, postmodern.

1. Algunas reflexiones sobre el autor

Si consideramos el arte, o la creación artística, como un lenguaje con propiedad semántica que expresa emociones inconscientes, más tarde traducidas a sentimientos conscientes, de los que se puede generar una inteligencia, una idea, una narración, es posible que el arte, la creación artística, no haya cambiado desde que existe, desde que se produjo la primera de sus manifestaciones.

El artista utiliza, y utilizó, un lenguaje con el que pretende comunicarse con el observador mediante su obra. ¿Acaso el arte de todos los tiempos no ha tenido el mismo propósito?

El arte contemporáneo, en gran medida, ha pretendido expresar y exponer ideas utilizando un lenguaje diferente al que estábamos acostumbrados.

Roland Barthes (filósofo, escritor, ensayista y semiólogo francés, 1915-1980) introduce, en la teoría literaria contemporánea, la idea de la muerte del autor (en una obra con el mismo nombre), en la que propone que es el lector-observador el auténtico creador de la obra literaria o de arte. Debido a que es la interpretación que el lector-observador hace la obra, la verdadera obra, de la que se apropia como si él fuera su autor. Por tanto, en el arte contemporáneo el lenguaje artístico es el propio del observador.

 

A continuación algunas de las ideas expuestas por Barthes en su obra La muerte del autor:

…El Autor es un personaje moderno, producido indudablemente por nuestra sociedad…

…El alejamiento del Autor (se podría hablar, siguiendo a Brecht, de un auténtico «distanciamiento», en el que el Autor se empequeñece como una estatuilla al fondo de una escena literaria) no es tan solo un hecho histórico o un acto de escritura: transforma de cabo a rabo el texto moderno (o –lo que viene a ser lo mismo– el texto, a partir de entonces, se produce y se lee de tal manera que el autor se ausenta de él a todos los niveles). Para empezar el tiempo no es el mismo… no existe otro tiempo que el del enunciado…

…El texto es un tejido de citas provenientes de los mil focos de la cultura…

…Sabemos que para devolverle su porvenir a la escritura hay que darle la vuelta al mito: el nacimiento del lector se paga con la muerte del Autor.

Michel Foucault (historiador de las ideas, psicólogo, teórico social y filósofo francés, 1926-1984) se preguntó, en una conferencia que expuso, el 22 de febrero de 1969, en la Sociedad Francesa de Filosofía, ¿Qué es un autor?

Dibujo de Michel Foucault en la biografía de Wikipedia.

El objetivo principal de su conferencia, no es tanto responder a la pregunta, como ubicar la noción de Autor, es decir, el concepto autor, en un ámbito respecto a la obra. Puesto que el autor es exterior y anterior a la obra.

Foucault, con el fin de contestarse a aquella pregunta, se preguntó previamente, «¿qué es una obra?»; concluyendo que:

…La Teoría de la obra no existe… (y que) La palabra «obra» y la unidad que designa son, probablemente, tan problemáticas como la individualidad del autor.

Continúa la exposición sustituyendo el sujeto autor por la función de autor, aproximando sujeto y noción de autor. Él mismo se reprocha no haber hablado de qué es la función de autor en disciplinas distintas a la literatura, afirmando que el autor se sitúa en una posición «transdiscursiva». Lo que se puede entender como que su exposición (la de Foucault) es extensiva a diversas disciplinas. Pero al mismo tiempo, la transdiscursividad permite que, una vez abierto un discurso, este sea continuado, espacio-temporalmente, por otros personajes distintos a aquel que lo inició.

 

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2. El observador de las artes

El sistema de pensamiento contemporáneo, desde que Albert Einstein publicó la Teoría de la Relatividad, a comienzos del siglo XX, se ha fundamentado en «el observador y en la observación» relativizando esta última.

Soslayando el debate relativo al autor, bien como personaje, bien como creador de una obra, de un discurso, de una ciencia o una disciplina, bien como concepto, voy a centrar mi atención en el observador, lector o estudioso del Arte, entendiendo que esta arte no es únicamente el representado por las denominadas Bellas Artes, sino también la literatura, las artes escénicas, las de diseño y las industriales. Aquel, el observador-lector, hace posible la existencia de la creación de la obra; si no existiese, la obra carecería de sentido, no sería vista o leída, en definitiva, sentida. Se establece, por tanto, una relación entre creación artística y observador-lector, en la que la noción de autor está presente.

La Teoría de la Relatividad predijo el «horizonte de sucesos», que se define como una frontera del espacio tiempo de manera que los eventos acaecidos a un lado de dicha frontera no pueden afectar a un observador situado al otro lado. Voy a utilizar la idea de horizonte de sucesos por dos motivos: el primero, es porque el concepto se refiere al observador; y el segundo, porque la observación del arte moderno no afecta a la observación del arte posmoderno y viceversa, aunque puede ocurrir que el arte moderno, como evento, afecte al arte posmoderno, si bien no ocurre al contrario. (Un tercer motivo es porque se aleja de criterios historicistas).

Esquema del «horizonte de sucesos» y la ergoesfera. Wikipedia.

Yo veo el universo del arte contemporáneo compuesto por un arte que mantiene en su lenguaje y semántica cánones, códigos, manifiestos, narrativas, tratados, etc. que se explica mediante los fundamentos del arte que conocemos, aquellos que desde, al menos, el Renacimiento, siguen vigentes, y al que me atrevo a denominar arte moderno, (este modelo acogería diversos lenguajes artísticos modernos, como los de las vanguardias y las ideas defendidas por Greeberg ─la pintura como tema de la pintura─.

Aquellos movimientos artísticos y el pensamiento de Clement Greenberg (crítico de arte estadounidense, 1909-1994, que propuso que

la pintura es nada más y nada menos que eso, pintura que por sí misma logra suscitar la emoción del arte

nos remiten constantemente al arte que les antecedió y del que son herederos. Y más allá del horizonte de sucesos del arte, otro arte con su lenguaje y semántica que no se rige ni se puede explicar con los fundamentos del arte que conocemos, al que me atrevo a denominar arte posmoderno (el que propone Danto cuando afirma que el arte ha muerto, ha llegado a su fin. De este modo ─dice─ en el futuro habrá arte pero no será nuestro arte).

Según Arthur C. Danto (1924-2013), filósofo y crítico de arte, el Fin del Arte se ha producido debido a que ha abandonado el progreso histórico de engañar a los sentidos apoyándose en la tecnología. Tecnología que, por otra parte, siempre ha estado asociada al arte.

Cartel anunciador del XI Encuentro internacional de Arte y Tecnología Universidades de Brasilia y Goiás. Año 2012.

El arte es necesariamente desarrollo tecnológico; piquetear una roca con otra para formar el contorno de un animal supone buscar y conocer, por tanto investigar, la dureza de las diferentes rocas y crear herramientas. En nuestro tiempo, el cine ha generado una forma de arte que necesita de una tecnología suficientemente compleja en constante evolución. Ambos, el moderno y el posmoderno son coetáneos.

Danto se refiere al arte que yo denomino posmoderno, denominándolo poshistórico, como aquel que expresa los sentimientos del artista o autor; un tipo de expresión plástica en la que el espectador infiera, determine o deduzca, cuáles son aquellos sentimientos; o bien, como receptor de la obra ─cuáles son los sentimientos que la obra provoca en él─. De nuevo el protagonismo en la lectura y compresión de la creación recae sobre el lector-observador. Nos encontramos con un nuevo arte, que no en una nueva historia del arte.

Si el observador se sitúa en el lado de acá del horizonte de sucesos del arte, encuadra las manifestaciones artísticas en los «estilos», en la Historia (¡lineal!) del Arte, sin dejar ninguna manifestación al margen, sin dejarlas en el linde de la historia.

La Historia del Arte fue concebida como la historia de la sucesión de los estilos artísticos; si una manifestación plástica o un conjunto de ellas no se ajustaban al estilo predominante, quedaban al margen de la historia de los estilos, es decir, al margen de la Historia del Arte, en el linde de la historia. En cambio, situado el observador en el lado de allá del horizonte de sucesos del arte, la historia lineal del arte ha desaparecido, porque las manifestaciones del arte no se encuadran en estilos (que es a lo que estamos acostumbrados); así, ninguna obra o conjunto de obras quedan en el linde de la historia.

Los estilos homogenizan las manifestaciones artísticas, pero son creaciones artificiales para explicar el arte, al igual que los periodos de la historia, también creaciones artificiales, que sirven para explicar la Historia (historia creada por unos, para explicar los hechos desde su punto de vista, dejando en el linde de la historia los hechos, acontecimientos y sucesos inconvenientes).

En la recepción de la obra perteneciente a la actualidad encuadrada en el arte contemporáneo, la crítica artística o explicación de la obra, debemos hacerla, según se trate de una obra moderna o de una obra posmoderna. Es decir, desde la historia de los estilos, contextualizando la obra en la historia de la humanidad y en la historia de arte. O bien, contextualizando la obra en su espacio-tiempo, en la trayectoria artística y en la vida pública e incluso privada del creador artista, respectivamente. Tampoco hay que tomar esta proposición de forma categórica, pues solo pretende establecer la diferencia entre cómo creo yo que se debe observar una obra contemporánea moderna y otra posmoderna. (Como siempre, en el término medio está la verdad). Y, al mismo tiempo, mostrar cómo la observación de la primera no afecta a la observación de la segunda.

En el Arte Contemporáneo es el observador el que activa la obra, le da un sentido, otro sentido o un nuevo sentido, es el verdadero protagonista de la narrativa de la obra de arte, él le proporciona su simbolismo; cabe que el observador al contemplar y recepcionar la obra, haya creado una nueva obra de arte.

Además, el Arte Contemporáneo presenta una inmensa diversidad en manifestaciones, prácticas y concepciones, recurre tanto a las posibilidades que el pasado artístico ofrece, como a las nuevas tecnologías y materiales. El rechazo al pasado artístico propio de las Vanguardias, debe entenderse de una forma ideológica, es decir, como una toma de postura frente al pasado. Es necesario conocer lo anterior para no repetirlo, no se puede crear algo diferente y nuevo si no se puede comparar con algún modelo. El artista de vanguardia necesitó y el posmoderno necesita estudiar las formas de expresión artísticas de la historia del arte.

Fachada del Teatro nacional de Cataluña. Mezcla de formas clásicas (templo griego) y técnicas de vanguardia. Fuente: artículo «arte posmoderno» de Wikipedia.

Es necesario un nuevo concepto de Arte y de la Historia del Arte. Yo entiendo el Arte como una incertidumbre, producto y motor del desarrollo evolutivo neurológico y cerebral intrínseco al Homo Sapiens. Una creación humana con condición de lenguaje y propiedad semántica que expresa emociones inconscientes traducidas a sentimientos conscientes, a inteligencias. Y la Historia del Arte como la historia del lenguaje visual. Condicionado, este, por la estética devenida y asociada a los sistemas, corrientes o líneas de pensamiento originados y generados en los periodos históricos.

Pero si es el lector-observador el individuo que activa la obra, ¿qué ocurre con la Literatura contemporánea?, ¿existe un horizonte de sucesos para la Literatura hoy?

El teatro, durante siglos, fundamentó su estructura en los cánones establecidos para la tragedia griega por Aristóteles en la Poética. Más tarde, en el siglo XVII, Lope de Vega escribió el Arte nuevo de hacer comedias. Con ambos modelos se puede explicar el teatro contemporáneo, ¿pero todo?, ¿qué es el teatro o cine alternativo?

La novela tuvo su precedente en El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. ¿Existe un tipo de novela (prosa) que no se puede explicar según la forma tradicional?, ¿qué es el tebeo o cómic?

La poesía durante siglos se conformó mediante estrofas, la métrica de los versos y la rima. ¿Existe una poesía en la que la estrofa, la métrica y la rima no guarden la homogeneidad tradicional?

Otros mejor que yo podrán responder a todas estas preguntas.

 

2.1. Anotaciones

Véase la presentación que realizó Juan Bosco Díaz Urmeneta en el marco de la sexta edición de Transformaciones. Arte y estética desde 1960. De Greenberg a Kosuth. De la idea de abstracción al arte como idea.

La muerte del Arte y Después del fin del Arte. El arte contemporáneo y el linde de la historia, dos obras de Arthur C. Danto, que forman parte de la bibliografía utilizada en este texto.

Hegel fue el filósofo que introdujo la idea «fuera del linde de la historia».

La Teoría de la Relatividad General fue propuesta por el físico Albert Einstein en 1915.

W. Heisenberg fue el físico que enunció el Principio de Incertidumbre.

Stephen Hawking reinterpretó, en su libro La Historia del Tiempo, el Principio de Incertidumbre.

 

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3. Créditos del artículo, versión y licencia

TORRES CABRERO, J. A. (2017). «El horizonte de sucesos y el Arte contemporáneo». Letra 15. Revista digital de la Asociación de Profesores de Español «Francisco de Quevedo» de Madrid. Año IV. Nº 7. ISSN 2341-1643 [URI: http://letra15.es/L15-07/L15-07-21-Nuevas.voces-Torres.Cabrero-El.horizonte.de.sucesos.y.el.Arte.contemporaneo.html]

Recibido: 3 de marzo de 2017.

Aceptado: 14 de marzo de 2017.

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