Letra 15. Revista digital
Revista digital de la Asociación de Profesores de Español «Francisco de Quevedo» de Madrid - ISSN 2341-1643

Sección ENCUENTROS

Entrevista al autor César Mallorquí


«Soy un escritor GPS»

César Mallorquí

Entrevista de

Silvia Eva Agosto Riera

La entrevistadora es profesora de Lengua Castellana y Literatura en el IES «Francisco Giner de los Ríos» de Alcobendas (Madrid) y del Máster Universitario en Formación del Profesorado de la Universidad Complutense de Madrid.
seagosto@ucm.es

 

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1. Presentación

El escritor César Mallorquí ha sido el autor invitado en esta XII edición de los Diálogos Literarios que se celebraron en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid el 15 de febrero de 2022.

Esta actividad, que la APE Francisco de Quevedo realiza en colaboración con el Máster de Formación de Profesores de Educación Secundaria (MFPS) de la UCM, busca acercar a los profesores y a los futuros docentes con autores contemporáneos cuyas obras despiertan interés en los lectores jóvenes.

Los estudiantes del MFPS Aura Alonso Agraz, Beatriz San Pedro Llorente, Gloria Espejo Fernández, Lydia Molina Seisdedos, Raquel Sánchez Mayor y Miriam Pérez Maestre mantuvieron un coloquio con el autor, que respondió con cercanía y buen humor a todas las preguntas.

En esta entrevista, Mallorquí reflexiona sobre su producción literaria, las influencias que marcaron su obra, su método de escritura y su relación con el público lector, especialmente con los adolescentes y los jóvenes.

 

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2. Vídeo del XII Encuentro literario

Vídeo que corresponde al XII Encuentro literario, celebrado en la Sala de Conferencias el 15 de febrero de 2023 y que es accesible en línea en el canal de la Facultad.

 

3. Entrevista

1. ¿Por qué ha decidido dedicarse a la escritura?

─En mi caso es una cuestión genética, porque mi padre, José Mallorquí, que era el escritor español más popular en la España de mediados del siglo XX, se dedicaba profesionalmente a la escritura. Mi padre trabajaba en casa, escribía en casa, y yo estaba acostumbrado a la idea de que era posible ganarse la vida a través de la literatura. Por ello, creo que es ese el principal motivo por el que escribo. Probablemente, si mi padre no hubiese sido escritor, yo nunca me hubiera dedicado a ello.

Pero también hay otro aspecto que está relacionado con el anterior y es que mi casa estaba llena de libros y yo era un lector empedernido desde muy pequeño. Cuando eres muy lector, lees, lees, lees y es inevitable que, en algún momento, se te ocurran ideas para las tramas. Si no eres muy lector, no puedes ser escritor.

 

2. ¿Cuáles son las influencias literarias que han marcado su obra?

─Las influencias que reconozca y que sea consciente son muy evidentes, porque hay muchas otras que están ahí y no lo sabes. Por ejemplo, Borges. Jorge Luis Borges es mi aspiración, no lo considero un modelo porque para mí es inalcanzable, es Dios. A Borges lo leo y lo releo porque sus relatos son tan ricos, están tan llenos de ideas que vuelvo a él con muchísima frecuencia. Sus cuentos hacen que las ideas bullan en mi cabeza y por eso tengo más de un relato inspirado en la obra de Borges.

En segundo lugar, Ray Bradbury. Durante una época lo copiaba que daba gusto (risas). También recibí influencia de los humoristas los ingleses en general, pero también los españoles, como Enrique Jardiel Poncela o Wenceslao Fernández Flores.

Me ha influido mucho el humor inglés, autores como Mark Twain y un escritor que está en el fondo de muchas de mis obras es Julio Verne. Verne es mi infancia.

 

3. ¿Ha recibido influencias de la obra de su padre?

─Sin duda. El personaje más importante que creó mi padre es El Coyote. Su auténtico nombre es César de Echagüe y yo me llamo César por él, así que puede verse la gran influencia que tiene en mi vida.

 

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4. -¿Cuál es la parte más compleja a la hora de escribir?

─Sin lugar a dudas es el hecho mismo de escribir. Para mí es un juego el hecho de pensar un argumento, desarrollarlo en la cabeza, inventar los personajes, buscar tramas, subtramas… Pero sentarme a escribir cada mañana, a las 9:00, y quedarme ocho horas escribiendo, eso es un puñetero trabajo y es una pelea constante contra ti mismo. Tú nunca escribes lo que quieres, muy pocas veces dices «¡Uy, esto que he escrito es fabuloso!», sino «¿Cómo lo mejoro?». Todo esto genera mucha frustración. Incluso cuando escribes algo que te gusta te preguntas: «¿No podría estar mejor?». Es lo peor de ser escritor.

 

5. ¿Tiene algún método para trabajar?

─No soy un escritor de brújula, de ninguna manera, pero tampoco soy un escritor de mapas. Una amiga mía me llama «escritor paisajista» y yo le llamo «escritor GPS», porque desarrollo la columna vertebral del argumento, pero hay muchos aspectos que los voy desarrollando conforme escribo, porque a veces surgen necesidades que no tienes previamente clarificadas. Sé que tengo una historia cuando tengo un principio y un final y entremedias tengo claro cuáles serán las partes más importantes, pero esa ecuación, esa columna vertebral, puede modificarse.

 

6. ¿Qué proyectos literarios está realizando actualmente? ¿Puede adelantarnos algo?

─Sí, por desgracia o por fortuna estoy escribiendo siempre. Escribo todos los días y actualmente estoy trabajando en una novela para adultos, una novela histórica, que me ha encargado una editorial ─digo «para adultos», pero también pueden leerla los jóvenes─. Al mismo tiempo, acabo de iniciar una colección para la editorial Alfaguara de novelas infantiles para primeros lectores. He terminado ya tres novelas y la primera se publica en marzo. Además, estoy desarrollando pódcast para una empresa.

 

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7. ¿Cuál de todas sus obras es su favorita? ¿Coincide con la favorita del público?

─Posiblemente sea un tópico decir que los escritores vemos a los libros como nuestros hijos, pero es verdad. Y cada hijo es diferente: algunos son más guapos, otros más feos; unos son más listos, otros no tanto (risas). Pero son todos tus hijos y los quieres a todos. Mi obra más leída y más vendida es Las lágrimas de Shiva. Sería «un hijo listo» (risas). Le tengo mucho cariño, pero creo que mi mejor novela es La isla de Bowen. Con ella gané el Premio Nacional de Literatura 2013 y la considero la mejor desde el punto de vista literario.

 

8. Muchos estudiantes de secundaria han leído y disfrutado Las lágrimas de Shiva, ¿por qué tardó dieciocho años en escribir la segunda parte?

─(Risas) Las lágrimas de Shiva es mi obra más famosa, más vendida. He dado muchas charlas en institutos, en colegios y siempre había alguien que me decía: «¿No va a tener una segunda parte?». Les decía que no, porque los personajes de esa novela son unos chicos normales a los que les pasa una cosa extraordinaria. Durante mucho tiempo pensé que sería forzar mucho las cosas que les vuelva a pasar una situación como la que habían vivido. Pero el tiempo pasaba y siempre, en mis charlas con estudiantes, se repetía el pedido de una continuación. Entonces un día me quedé pensando y dije: «Bueno, uno de los personajes sí tiene algo especial y es que ve fantasmas… Entonces si hago una segunda parte, tiene que aparecer otro fantasma». Desde que tomé la decisión de empezar a pensar el argumento para la segunda parte ya habían pasado catorce o quince años de la publicación de la primera y luego tardé otros cuatro años en encontrar un argumento que me convenciera. Quería aportar algo más y por eso tardé todo ese tiempo.

 

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9. -¿Por qué escribe literatura juvenil?

─He pasado por muchas actividades en mi vida. Estudié periodismo, trabajé como periodista durante un tiempo y luego me pasé a la publicidad durante otro período. Más tarde inicié mi camino en la literatura. Empecé escribiendo ciencia-ficción y fantasía, pero este género es muy minoritario en España. Yo lo amo con todas mis fuerzas y en cuanto puedo vuelvo a él, pero tiene muy pocos lectores y es imposible profesionalizarse. Volviendo a la pregunta, comencé a escribir literatura juvenil por casualidad. Vi un anuncio del premio de EDEBÉ en el periódico y dije: «Me voy a presentar». Envié una novela, no gané esa edición, pero la editorial se puso en contacto conmigo y me la publicó. Al año siguiente me volví a presentar y gané. Con el tiempo, mis novelas tenían mucha aceptación, gané más premios y seguí publicando… Así que cambiar me parece absurdo (risas). Pero fuera de broma, la literatura juvenil me da una libertad que no me proporciona ningún otro género, entre otras cosas, porque no creo que sea un género. Yo escribo literatura juvenil porque me han encasillado, igual que me han encasillado en fantasía y ciencia ficción, pero una vez que estoy encasillado como «literatura juvenil» puedo escribir el género que me salga de las narices, porque todos los géneros están en la literatura juvenil: aventura, policial, romance. Permite una enorme libertad que para un creador es fantástico.

 

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11. ¿Qué diferencias encuentra en escribir para un público adulto o para uno joven?

─Escribir para un público joven o escribir para un público adulto tiene pocas diferencias. Lo que es verdaderamente distinto es escribir para niños, es mucho más complicado. Quizás el matiz que se puede indicar para diferenciar el lector joven del adulto es que, en general, el adulto ya es un lector formado, en tanto que el joven se encuentra en formación. Me tengo que empeñar mucho en agradarle a un adolescente para que no suelte el libro, que no se aburra, que no se le caiga de las manos. Tengo que buscar que siga leyendo porque mi función es contar historias y contarlas con garra.

 

12. -¿Qué consejo le daría a un adolescente que quiere ser escritor?

─A las personas que quieren ser escritores les doy un consejo: tener paciencia, mucha, mucha paciencia. Pero cuando digo «paciencia», no digo unos días, un rato. Digo meses, años; estoy hablando de un proceso largo, lleno de frustraciones. Tiempos de batacazos, de dolor. Cuando tú escribes pones tu alma en ello y es doloroso que no valoren lo que haces. Es igual que cuando estás enamorado y te rechazan; sufres mucho, al igual que cuando escribes y no te lo publican. Te afecta interiormente, por eso hay que tener mucho aguante, mucha decisión. El primer consejo, entonces, es la paciencia.

El segundo consejo es leer mucho, leer analíticamente, buscando qué recursos utilizan los escritores para construir sus historias.

Mi tercer consejo es escribir mucho y añado un cuarto consejo: pensar mucho, reflexionar mucho. Se tiende a creer que la creatividad es similar a la magia, pero no es así. Ser fantasioso es lo mismo que tener un caballo salvaje; puede ser un animal muy potente, pero si no hay quien lo monte, no sirve para nada. Tienes que aprender a domesticar al caballo salvaje y entonces podrás montarlo y te será útil.

 

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4. Algunos datos del autor

César Mallorquí del Corral nació en Barcelona en 1953 y con tan solo un año se trasladó con su familia a Madrid, ciudad en la que reside hasta la actualidad. Su padre, el escritor José Mallorquí, era un autor famoso, creador del personaje El Coyote, por lo tanto, desde los primeros años de su infancia estuvo en contacto con la literatura.

Estudió Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense y se desempeñó como reportero durante una década. Posteriormente, trabajó como creativo en una agencia de publicidad y en 1991 comenzó a dirigir el Curso de Creatividad Publicitaria del IADE de la Universidad Alfonso X el Sabio.

Junto con su trabajo como publicista, compaginaba sus colaboraciones como guionista en diversas productoras de televisión.

Entre su producción literaria, cabe destacar El último trabajo del Señor Luna (Premio Edebé, 1997), La cruz de El Dorado (Premio Edebé 1999), La catedral (Premio White Raven 2001) y Las lágrimas de Shiva (Premio Edebé 2002), que despiertan gran interés entre el público joven. Entre otros galardones, ha recibido el Premio Nacional de Literatura en 2013 por La isla de Bowen y el Cervantes Chico en 2015 por el conjunto de su obra.

 

5. Diálogos literarios

Diálogos literarios es una iniciativa que promueve desde hace doce cursos la Asociación de Profesores de Español «Francisco de Quevedo» junto con la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Se trata de encuentros con un autor o autora y tiene como objetivo acercar a los profesores y a los futuros docentes a ciertos escritores cuyas obras motivan a los alumnos a la lectura.

Hasta el momento se han realizado los siguientes diálogos situados en los últimos cursos:

  • I. 2011/12: José María Merino (reflexiones en torno a su libro Las crónicas mestizas).
  • II. 2012/13: Gustavo Martín Garzo (a propósito de su libro de literatura fantástica La princesa manca). Letra 15, n.º 1.
  • III. 2013/14: Mercedes Chozas (charla sobre su antología de cuentos Antes de los dieciocho). Letra 15, n.º 2.
  • IV. 2014/15: Fernando Lalana (diálogo sobre sus novelas detectivescas para jóvenes a partir de El último muerto). Letra 15, n.º 3.
  • V. 2015/16: Manel Loureiro (diálogo sobre su saga de terror, Apocalipsis Z). Letra 15, n.º 5.
  • VI. 2016/17: Javier Ruescas (charla sobre ciencia ficción a partir de su novela Tempus fugit). Letra 15, n.º 7.
  • VII. 2017/18: María Menéndez Ponte (sobre la novela juvenil a partir de Nunca seré tu héroe). Letra 15, n.º 8.
  • VIII. 2018/19: José Luis Alonso de Santos (diálogo sobre el teatro en el aula). Letra 15, n.º 9.
  • IX. 2019/20: Jordi Sierra i Fabra (diálogo sobre su obra narrativa). Letra 15, n.º 10.
  • X. 2020/21: Benjamín Prado (diálogo en modalidad semipresencial con motivo de la pandemia). Letra 15, n.º 11.
  • XI.2021/22: José Ángel Mañas (diálogo sobre la novela generacional a partir de Historias del Kronen, febrero, 2022). Letra 15, n.º 12.
  • XII.2022/23: César Mallorquí. Letra 15, n.º 13.

 

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