Letra 15. Revista digital
Revista digital de la Asociación de Profesores de Español «Francisco de Quevedo» - ISSN 2341-1643

Sección ARTÍCULOS

Piezas teatrales breves y un ejemplo inédito

Jesús Diéguez García

Jesús Diéguez García

El autor es licenciado en Filología Románica (Universidad de Salamanca) y en Ciencias de la Educación (UNED). Ha desarrollado su labor docente como profesor de Lengua Castellana y Literatura en diversos centros e institutos y, algunos años, ha ejercido como Inspector de Educación de la Comunidad de Madrid. Ha publicado algunas obras sobre su especialidad (Mejorar la Expresión Oral: Animación a través de Dinámicas Grupales) además de libros literarios variados de literatura infantil y poesía. Es de destacar varios libros de novela a la que ha denominado Antología novelada que, hasta la actualidad, tienen los siguientes títulos: El gran plagio medieval, Salamanca, Las citas cervantinas, La vida es un verso interminable y Futuro imperfecto.

jesdieg@gmail.com

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Resumen / Abstract / Résumé

Resumen.

En este artículo se repasan y definen los nombres españoles de las principales obras teatrales breves que tuvieron éxito especialmente desde los siglos de oro. Se cierra con un ejemplo no estrenado que lleva por título «¿Mala suerte?» en el que se contraponen ideas de una abuela con sus nietos jóvenes.

Palabras clave: tropos, misterios, juglares, paso, entremés, sainete, auto sacramental, vodevil.

Short theatrical pieces and an original unpublished example

Abstract.

In this article, the Spanish names of the main short theatrical pieces are reviewed and defined, especially those from the Golden Age. It concludes with an unpublished example titled «Bad Luck?» that contrasts the ideas of a grandmother with her young grandchildren..

Keywords: tropes, mysteries, minstrels, 'paso, entremés, sainete, auto sacramental', vaudeville.

Pièces théâtrales brefs et un exemple inédit

Résumé.

Dans cet article, on revise et on définit les noms espagnols des principales oeuvres courtes de théâtre, principalement depuis les siècles d´or. On finit avec un exemple, non représenté encore pour la première fois, intitulé «Manque de chance ?», où sont confrontées les idées d´une grand-mère avec les jeunes petits-enfants.

Mots clés: tropes, mystères, jongleurs, 'paso', intermèdes, saynète, auto sur l´Eucharistie (=Auto sacramental), vaudeville.

 

1. Orígenes

Durante la Edad media el teatro español se desarrolló a partir de las festividades religiosas en las que se representaban momentos litúrgicos. Se conservan algunos, todos ellos en idioma latino. Representan algunos recuerdos, dentro de la iglesia, sobre todo en torno a la Epifanía y a la Pasión de Cristo, entre los que destacan la adoración de los pastores al niño Jesús, la visita de los reyes magos, el entierro de Cristo o el acercamiento de María Magdalena y otras mujeres a su sepulcro.

La única obra breve teatral que se conserva en español anterior al siglo XV está formada por los 147 versos del Auto de los Reyes Magos (año 1145). De similar contenido, ya del siglo XV, es una Representación del nacimiento de nuestro Señor obra compuesta por el dramaturgo Gómez Manrique, hacia 1476. Es, pues, breve el listado de obras teatrales en castellano, más amplio en otros idiomas de la península como el aragonés o el catalán. En el contexto de la misa surgieron los llamados tropos, nacidos en torno al canto del Aleluya, que comenzaron a ser acompañados por música en algunas de las más importantes fiestas litúrgicas, sobre todo durante la Pascua y la Navidad. Cervantes en el capítulo 12 de la primera parte de su Quijote hace referencia a estas composiciones en el siguiente texto:

el difunto fue grande hombre de componer coplas del Nacimiento del Señor y los Autos para el día de Dios…

Con la expresión día de Dios se alude a los autos sacramentales que se representaban en la fiesta del Corpus Christi.

Existen dos gérmenes del teatro de contenido religioso cristiano que llevan por nombres generalistas los términos tropos (texto breve litúrgico cantado en forma de diálogo y acompañado por una breve representación en torno al altar. Se cree que los tropos nacieron en el siglo IX, en la abadía de San Galo, en Suiza, y de ahí se difundieron por Europa) y misterios (dramas religiosos entre los que sobresale El misterio de Elche, algo más de 250 versos con la virgen María como protagonista, repartidos en dos jornadas, escritos en valenciano y latín a finales del siglo XV. Todos sus personajes son interpretados por varones y se ha mantenido su interpretación hasta la actualidad. La Unesco lo declaró, en 2001, Obra Maestra del Patrimonio oral e inmaterial de la Humanidad).

Pronto aparecieron otros argumentos no religiosos basados en cuentos o anécdotas apoyadas en la música y la poesía que buscaban instruir o divertir al pueblo y que eran interpretados por los juglares (cómicos ambulantes), grupo de artistas que actuaban generalmente al aire libre en patios y ferias. Los poemas de los juglares también se denominan cantares de gesta. Entre los más notorios y divulgados sobresalen el Cantar del mio Cid y el Cantar de Roldán.

 

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2. Teatro breve a partir del Siglo de Oro

Al tratar sobre obras teatrales breves tras la Edad Media, es preciso referirnos en primer lugar a los pasos, subgénero teatral inventado por Lope de Rueda, dramaturgo del Siglo de Oro. Así denominó a algunas de sus piezas breves de teatro, de carácter cómico, que se representaban entre los actos de las comedias más largas. Se conservan más de veinte piezas breves de este autor a diez de las cuales denominó pasos. Citaremos como más conocidos los titulados Pagar y no pagar (Un criado se encarga de solventar la deuda de su amo y yerra al pagársela a un ladrón) y Las aceitunas (discusiones familiares sobre el precio al que han de venderse unas aceitunas cuando ni siquiera se ha plantado el olivo). Los pasos fueron los precedentes de los entremeses.

Las quatro comedias y dos coloquios pastoriles / del excellente poeta, y gracioso representante Lope de Rueda ; dirigidas por Ioan Timoneda (1567). Biblioteca Digital Hispánica.

Un entremés es una obra teatral cómica de un acto, escrita en verso o prosa, que se solía representar entre la primera y la segunda jornada de las comedias del teatro clásico español. Entre sus autores podemos destacar a Miguel de Cervantes del que se conservan ocho, dos en verso como El rufián viudo (Un chulo recuerda las cualidades de su añorada mujer difunta y otras mujeres de vida fácil se le ofrecen como sustitutas. La elección de una es recibida por ella con alegría). El resto escrito en prosa, entre los que citaremos el titulado El juez de los divorcios (varios matrimonios comparecen ante un juez porque quieren divorciarse: un viejo casado con una joven, un soldado holgazán, un cirujano y su esposa que le acusa de haberse casado con engaños… El juez no concede los divorcios por falta de pruebas y algunos se reconcilian) y La cueva de Salamanca (Leonarda invita a su amante y al de su criada, el sacristán y el barbero del pueblo, para pasar juntos la noche. Viene también un estudiante que pide pasar la noche en el pajar. Por sorpresa regresa el marido, se esconden los amantes y el estudiante dice tener dotes de mago y promete hacer aparecer a dos diablos que toman la forma del sacristán y el barbero).

El auto sacramental tiene tema religioso, preferentemente eucarístico y personajes alegóricos. Se desarrolla en un acto y se representaba en el interior de las iglesias o en sus pórticos en ciertas festividades religiosas entre los siglos XVI y XVIII hasta que fue combatido durante la Ilustración, que consiguió prohibirlo en 1765. El testimonio más antiguo de este género teatral pertenece a la Edad Media y lleva por título El auto o Representación de los Reyes Magos (año 1145). Grandes autores como Pedro Calderón de la Barca, Tirso de Molina, Lope de Vega, etc. escribieron autos sacramentales. De Calderón se conservan más de setenta, entre ellos El gran teatro del mundo, La siembra del Señor o La redención de cautivos.

El sainete es una obra cómica de ambiente y personajes populares que puede representarse de forma independiente y también como complemento de otras más largas. Su finalidad es lograr la diversión de los asistentes. La RAE propone otros significados para esta palabra: «Salsa que se pone a ciertos manjares para hacerlos más apetitosos». También: «Bocadito delicado y gustoso al paladar». El sainete sustituyó frecuentemente al entremés durante el siglo XVIII. Sobresalieron en este género los hermanos Álvarez Quintero y Carlos Arniches. Un libro de este último autor se titula El amigo Melquiades o Por la boca muere el pez al que se añade como subtítulo Sainete de costumbres madrileñas.

El vodevil es una comedia de intriga que basa su acción en equívocos y dos de sus características diferenciadoras son: la variedad de contenidos y el alternar diálogos con piezas musicales. Su nombre y origen nace en Francia en el siglo XVIII con el significado de voz del pueblo. En el siglo XIX tiene gran difusión en los Estados Unidos con variedad de actuaciones acrobáticas, musicales, espectáculos de magia o con animales entrenados y proyecciones breves cinematográficas. De USA se va extendiendo por Hispanoamérica y llega a España ocupando espacios en la radio y la televisión.

En el siglo XX español la lista de autores que han presentado las propuestas más comerciales de teatro breve es amplia. Citemos a Pedro Muñoz Seca, Carlos Arniches, Ramón Gómez de la Serna, Azorín y, sin duda, el triunfador más destacable es José Luis Alonso de Santos, autor de cincuenta piezas teatrales breves. Algunas llevadas al cine como Bajarse al moro, Salvajes o La estanquera de Vallecas.

 

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3. Sainete inédito titulado «Mala suerte»

 

[El escenario está decorado con mobiliario de una familia de clase media y el fondo lo ocupa una pantalla. Tres son los personajes: Isabel, abuela, y sus nietos David y Luz, ambos veinteañeros. En el inicio aparece la abuela sola, sentada en un sillón; entre sus manos tiene un ejemplar de El Quijote, del que lee en voz alta:]

 

Isabel:

El amor, según he oído decir, unas veces vuela y otras anda; con este corre y con aquel va despacio; a unos entibia y a otros abrasa; a unos hiere y a otros mata; en un mismo punto lo acaba y concluye; por la mañana suele poner el cerco a una fortaleza, y a la noche la tiene rendida, porque no hay fuerza que lo resista… [cambia de página y ahora lee:] Y si a esto se me respondiese que los que tales libros componen, los escriben como cosas de mentira, y que así, no están obligados a mirar en delicadezas y verdades, les respondería yo que tanto la mentira es mejor cuanto más parece verdadera, y tanto más agrada cuanto tiene más de lo dudoso y posible.

[Entran sus nietos]

 

David: Abuela, no nos sorprende encontrándote leyendo. [mira el libro] Ah, El Quijote. Cuidado no te pase lo que al protagonista y te lances como él a imitar las tonterías que se relatan en muchos libros.

Isabel: Ya sabéis que leer es mi afición preferida, porque la lectura aumenta la creatividad, la memoria y la inteligencia. Y no leer me recuerda lo que vi escrito en una pared exterior de la biblioteca. Una pintada llena de faltas ortográficas: Por fabor (con b) avrir (con uve) lla la vivlioteka (con uves y k), es urjente (con jota).

Luz: Sí me resulta raro que prefieras la lectura de un libro a estar viendo programas o películas en la televisión.

Isabel: Una cosa no evita otras. También veo la tele pero lo que no soporto es los canales que interrumpen el programa para meterte quince minutos de anuncios.

David: Bueno, pero yo hoy te felicito, abuela, porque el día ha sido declarado Día Mundial de los Abuelos.

Isabel: Qué bobada. ¿A quién se le ocurre aplicar a cada día una finalidad o muchas para celebrar algo? Y algunos son muy curiosos o tontos como el día mundial de enseñar la lengua, día mundial de los calvos, día mundial de los pelirrojos, día mundial de la cerveza, día mundial de los Simpsons, día internacional de los raros, día mundial de la gente peculiar, día mundial del orgullo zombie… Propongo celebrar el día de los gilipollas en honor a quienes inventan estas aplicaciones.

Luz: Eso podemos celebrarlo todos los días.

Isabel: A propósito, nietecita, tú ¿qué esperas para casarte?

Luz: Pero abuela… si tengo veintipocos años.

Isabel: Con tu edad yo ya tenía dos hijos.

Luz: Ni siquiera sé si me casaré algún día. Porque casarse significa tener hijos que te impiden seguir disfrutando de los valores de la vida.

Isabel: Es curioso. Menos mal que vuestros padres no opinaban lo mismo ¿No te das cuenta de que los hijos son los principales valores de nuestras vidas? Padres e hijos forman un círculo ambicioso.

David: Abuela, querrás decir círculo vicioso.

Isabel: No, no, que traer hijos al mundo no tiene nada de vicioso.

David: Según cómo se engendren [sonríe con picardía].

Luz: ¿Sabes abuela por qué no quiero casarme por ahora? Porque casarse es aceptar varios trabajos, como hacer comidas, lavar la ropa, cuidar a los hijos cambiándoles los pañales mientras la mayoría de los maridos se ausentan de casa para desempeñar un oficio. Yo también quiero realizar un trabajo que me lo paguen y no trabajar en casa gratuitamente.

Isabel: Pero el matrimonio tiene otras ventajas. Compartir la vida con otra persona no significa tener que encargarte de todas las tareas domésticas que también tienen que ser compartidas.

Luz: No creo que yo sea apta para el matrimonio porque me costaría mucho adaptarme a las exigencias del marido, además de los nueve meses en los que mi barriga se irá deformando al engordar. Y otro problema: es imposible querer a todos los hijos igual; las madres siempre tienen alguno preferido y suele ser varón.

David: ¿Y lo dices tú que has sido la preferida de nuestro padre?

Isabel: No conocí a nadie de mi generación que pensara así sobre la familia. Bueno, quizá Cervantes cuando escribió «Mitad son del alma los hijos; mas las hijas son mitad más entera».

David: En el primer cuarto del siglo XXI la vida humana se ha complicado mucho para nosotros. Por ejemplo, hemos padecido una pandemia y Rusia ha provocado una guerra al invadir Ucrania con consecuencias económicas desfavorables.

Isabel: Epidemias ha habido siempre y han provocado muchas muertes hasta el descubrimiento de las vacunas; y las guerras ni os cuento, sobre todo los fallecimientos de las dos últimas guerras mundiales.

Luz: Ya, pero es que nosotros estamos padeciendo, este verano, además del coronavirus, otros motivos de muerte; el exceso de temperaturas ya que gran parte de las ciudades y pueblos españoles están superando los cuarenta grados en una época en la que se han disparado los precios de los alimentos, de la luz, de la gasolina…

Isabel: No me queda más remedio que darte la razón en eso. Pero volvamos a mi deseo de verte pronto casada. ¿No tienes algún amigo con el que te gustaría formar una familia?

David: Yo diría que su problema es que tiene varios.

Luz: Tú no malmetas. A ti sí que te gustan bastantes chicas.

David: Sí, pero tampoco para casarme. Una de ellas me dijo: «Te quiero pero solo como amigos». Yo me asusté y después me reí porque había entendido que comía a sus amigos. Porque una de las diferencias entre la novia y la esposa años después, puede superar los veinte kilos.

Isabel: Es verdad que las mujeres nos quejamos por acumular la grasa en el culo, los muslos, y las caderas, pero nuestros michelines en los hombres se instalan en su barriga.

Luz: Las mujeres tenemos curvas porque las reservas de grasa son fundamentales para la energía necesaria durante el embarazo y la lactancia.

Isabel: ¿Qué embarazo si no quieres casarte?

Luz: Para tener hijos no es obligatorio casarse. Y lo de engordar parece que no tiene arreglo a no ser que, como dice una amiga mía, es culpa del champú que avisa en el envase «da cuerpo y volumen». Yo la he vacilado y le he propuesto que se lave el pelo con jabón de la vajilla porque, como anuncia, «quita la grasa más difícil sin esfuerzo».

Isabel: Pero las jóvenes actuales retrasáis la llegada de vuestros hijos. Actualmente, en España y en otras naciones nombradas como avanzadas la natalidad ha decaído desde finales del siglo XX. Para mantener la población se necesitarían dos hijos por pareja, mejor dicho, por mujer. En España la media de hijos por mujer es de 1,33 y bajando. Y no hay culpables; tanto vosotras como los chicos parecéis estar de acuerdo.

David: Ni estamos de acuerdo ni en desacuerdo. Ya habrás oído que la humanidad ha superado los ocho mil millones de habitantes. Aceptamos esos datos como una realidad que influye tangencialmente en nuestras vidas. Pero arriesgarse a engendrar hijos no casa con la dificultad que tenemos los jóvenes de hoy para que nos contraten en un trabajo que nos guste y nos dé seguridad.

Isabel: Otra verdad innegable: a los hombres les gustan las mujeres con curvas. En ellas piensan o imaginan lo agradable que es perderse acariciándolas porque su instinto asocia los pechos y las caderas femeninas con la fertilidad.

David: No, abuela. Al acariciar no pensamos en la fertilidad. Yo admiro a las mujeres por la belleza de sus formas y me espanto cuando imagino en qué se convertirán cuando superen los cincuenta y sus culos llamen la atención a quienes con ellos se crucen.

Isabel: Pues sí deberíais pensar en los posibles hijos. Porque, de otra forma, estáis olvidando que el no tener descendientes puede hacer peligrar, en el futuro, el cobro de vuestras pensiones.

Luz: Abuela ¿tú piensas como él que la belleza está en las curvas de la mujer? Yo lo dudo porque en las aves lo más hermoso y el colorido más variado está en los machos.

Isabel: Podíamos pasarnos la tarde entera discutiendo sobre la atracción de la belleza. Pero el tema de esta tarde es otro: ¿nuestra sociedad es más justa y agradable que la que vivieron nuestros abuelos?

Luz: De ninguna manera, sobre todo si incluimos a las mujeres. Puede que tengamos más nivel económico, pero no más felicidad. A los inconvenientes que ya he citado hay que añadir otro elemento destructivo. Cada año padecemos más calor y escasez de lluvia lo que pone en duda el futuro de la humanidad. Y la subida de las temperaturas facilita la multiplicación de incendios.

David: Sin contar con los descerebrados que los provocan como venganza o entretenimiento.

Isabel: Los políticos inventan soluciones curiosas contra el exceso de calor: que los hombres no usen corbata. ¿No será mejor que todos vayamos en bañador?

David: ¿Y por qué no totalmente desnudos? Algunos y algunas disfrutaríamos con lo que se ofrecería a nuestra vista.

Luz: Dirás mejor que seríais los hombres los que os daríais buenas raciones de vista. Porque nosotras, para lo que hay que ver…

Isabel: Dejaos de circunloquios y regresemos al grano, a la pregunta de la que me gustaría conocer vuestra opinión: la humanidad avanza o retrocede en valores positivos como la solidaridad, el perdón, la alegría…

David: Pues yo creo que nuestros antepasados eran menos felices que nosotros. Basta observar las fotografías que se conservan de los inicios de este invento. Son todos seres sombríos, sin ninguna sonrisa en sus labios.

Isabel: Porque todas las primeras fotos eran en blanco y negro, se tardaba minutos en realizarlas y, más tarde, porque las cámaras fotográficas les sorprendían, especialmente si eran disparadas con flash. Vuestro abuelo, mi marido, era aficionado a la fotografía y compró una cámara. Me daba la tabarra porque quería fotografiarme a todas horas, a veces me sugería aligerarme de ropa. Pero su afición le llegó algo tarde y yo no consideraba oportuno que en la posteridad se pudieran observar mis fotos y menos como él quería fotografiarme.

Luz: Pero sí tenemos fotos tuyas y no solo de las que realizó tu marido. Observa. [En la pantalla del fondo del escenario se proyectan unas veinte fotografías. Algunas de inicios del siglo XX y otras que pueden presentar a personas de la familia como la abuela en su media edad. La última, de un señor de unos sesenta años que se supone es el abuelo. Los actores deben hacer varios comentarios según lo que se vea y se haya ensayado.]

Luz: [cuando se proyecta la última foto]: Mira, abuela, tu marido. ¡¡Abuela, abuela!! ¿Te has dormido?

Isabel: No, solo me he quedado levemente traspuesta.

David: Dice traspuesta y le ha faltado poco para roncar. ¿No habrás olvidado a tu esposo? Por cierto, falleció cuando nosotros éramos niños.

Isabel: Es verdad que los hombres suelen vivir menos tiempo que las mujeres. Por eso, Luz, te aconsejo que te cases con alguien más joven que tú para que no vivas muchos años sola, en viudedad.

Luz: Qué cosas se te ocurren, abuela. Siempre nos dejan la posibilidad de volver a casarnos o «ajuntarnos». A parte de por razones de muerte actualmente los hombres nos abandonan por otras causas, la principal ─según afirman─ es el cansancio o el aburrimiento. Y, sobre todo, la infidelidad, cuando se sienten coronados por los cuernos que les regalan.

David: Más frecuente es el hecho de que sea el varón el que pone los cuernos, convencido de que ha heredado el derecho de pernada de los señores feudales de la Edad Media.

Isabel: Cuernos aparte, desde principios de los años 80 del siglo pasado en España se aprobó el divorcio con el que los casados se sienten libres para liarse con otra mujer; aunque creo que esta separación suele ser causada más frecuentemente por las mujeres.

David: Otra de las grandes diferencias con nuestros antepasados es el gran invento de internet y sus posibilidades para informarse, investigar y relacionarse. Los jóvenes actuales hemos aceptado algunas costumbres que no serían del gusto de nuestros abuelos. Yo, por ejemplo, como muchos jóvenes, mayores e incluso niños, no suelto mi móvil, que es la continuación de mi mano y de mi cerebro. Leo mensajes, hago fotos, escaneo documentos, pago gastos… Y otra cosa de la que estoy muy orgulloso: el tatuaje que luzco en mi brazo izquierdo. Escogí una pequeña mariposa de hermosos colores.

Luz: Ya decía yo que algo tienes de mariposón.

David: ¡La madre que te paseó!

Luz: Otra cosa que llamaría la atención incluso de nuestros padres es las diferentes formas de vestir. Y no hablo de las grandes modas sino de las que usamos los días de diario. Por ejemplo: los pantalones vaqueros se inventaron para uso de los mineros y desde mediados del siglo pasado fueron usados por los jóvenes y, poco después, también por las chicas. Pero ¿cómo han llegado a tener éxito los pantalones vaqueros con rotos y desgarros?

Isabel: Queridos nietos, sigo viendo que sois muy hábiles para evadir mi pregunta. Ya sé que hay muchas diferencias en las costumbres, pero ¿a quién le importa la forma de vestir o de peinarse o llevar tatuajes? Que cada uno se vista y adorne como quiera, según sus gustos, a veces para mí muy extravagantes. Pero la humanidad ¿avanza o retrocede?

Luz: Avanza, sin duda. Fíjate qué libertad hemos ganado las mujeres y también algunos hombres. El movimiento LGTB ha logrado leyes a favor de las lesbianas y los homosexuales y permite considerar matrimonio la unión de parejas del mismo sexo.

David: Y son muchas las variantes que admiten las relaciones para ser consideradas matrimonios o incluso tríos; casi tantas como los variados significados de la palabra «cojones».

Isabel: No digas tacos, que es feo.

David: Y algo que quizá se termine imponiendo: lo que se nombra como lenguaje inclusivo para evitar la diferencia de género, sobre todo muy extendido en algunos grupos políticos que hablan de «les persones», de «nosotres», de «todes», de «elles»...

Isabel: Se llamará lenguaje inclusivo, pero a mí me parecen tonterías idiomáticas. Lo inclusivo es hablar con amor a tu pareja, con dulzura a los hijos, con respeto a los ancianos, con ilusión sobre el futuro, con firmeza contra los delincuentes… En cuanto a las parejas del mismo sexo no parecen logros reales sino solo legales. Porque esas parejas no lograrán un aumento de niños en nuestra sociedad. Problema no solucionado. Además, hay leyes como la permisión del aborto que también van en contra del aumento de la población humana.

David: Pero abuela estarás de acuerdo con nosotros en que ese aumento debe sustentarse en la libertad de elección de la pareja. Por tanto, el aborto, si no en todos los casos, debe permitirse, al menos, cuando es consecuencia de una violación o en otros casos no buscados ni queridos.

Isabel: Lo que digo es que las leyes se aprueban por decisiones y programas políticos y, según los gobernantes, puede, como en algunos países, llegar a disparates contra las mujeres como la ablación femenina de niñas.

David: Un amigo mío opina que para rebajar lo engreídas que están muchas mujeres europeas deberían pasar algunas épocas en Afganistán o en Irán presentándose sin llevar velo.

Isabel: Pues para ese amigo tuyo y quizá también para ti os recomendaría el consejo que daba tu abuelo, mi marido fallecido: aprovechad vuestra juventud porque cuando tengáis nuestra edad podréis dedicaros a la bolsa… para bajar la basura, para ir al mercado y hacer la compra… porque hay muchas cosas que resultan fáciles de creer, pero difíciles de lograr y resulta tonto decirlas en público.

David: Como jugar a la lotería primitiva pensando que es fácil acertar los seis números para lograr uno de sus abultados botes.

Luz: En resumen, que hemos empezado celebrando el día de los abuelos y terminamos casi llorando.

Isabel: De ninguna manera. Estamos interpretando un «entremés» y conviene cerrarlo con humor: o bailando o contando algunos chistes buenos. Que el bailar, cantar y divertirse con humor es costumbre compartida entre los jóvenes de ahora y sus padres o abuelos.

David: ¿Por qué sigues convencida de que nuestras vidas son más fáciles que las de nuestros padres?

Isabel: No me cabe duda. Vosotros nacisteis en un hospital al que llegó vuestra madre en ambulancia. A mi generación y a la de vuestros padres nos tocó trabajar mucho para que vosotros vivierais sin agobios. Nos desvivíamos por nuestros hijos y en vuestra generación actualmente hay ofertas de convivencia donde no se admiten niños por si molestan, sin darse cuenta de que los niños deben jugar entre risas y gritos ¿Y qué piden ahora muchos jóvenes? Solicitan que el Estado les dé una renta vitalicia y que les faciliten muchos espectáculos de forma gratuita.

Luz: Claro, como los que han asistido a nuestra función teatral. Pero hay que poner punto final a nuestro entremés.

David: Ahí va mi chiste, por si vale. Es de un amigo que llamó a los bomberos porque se le había incendiado su casa. Dijo: «Vengan, mi casa está ardiendo». ¿Cuándo y dónde se inició el fuego? ─le preguntan. Y él, aturdido y enfadado, responde: «En la prehistoria, hace más de un millón de años, pero no es momento de hacerme un examen. Vengan rápidamente».

Isabel: Quizá el mío consiga más risas. Es de un conocido que ya ha cumplido los ochenta años y afirma que sigue haciéndolo dos veces todas las noches. Ante nuestras dudas, nos aclara: «me refiero a las veces en que cada noche me levanto para ir al váter».

Luz: Yo propongo algo especial y extraño con lo que puedan aprender los espectadores. [SE DIRIGE AL PÚBLICO]: si este entremés os ha aburrido ¿por qué no aprender del aburrimiento? Porque el aburrimiento dispara la imaginación, nos regala la oportunidad de buscar soluciones, potencia el pensamiento crítico y fomenta la reflexión.

David: A mí aburrirme siempre me hace ilusión, porque el aburrimiento bueno es el que uno mismo produce y acompaña sin quitar la soledad. Como dijo el poeta «Mirando las estrellas los humanos nos asombramos y los animales se aburren».

Isabel: ¿De quién es esa cita?

David: Ni idea.

Luz: Y según palabras de otro autor importante, que también ignoro, «Las aventuras suceden en los días aburridos, y no en los luminosos». Así que, por favor, un gran aplauso para cerrar este aburrido entremés.

 

[Durante el aplauso, y si parece oportuno, en la pantalla del fondo del escenario pueden aparecer, sobre la fotografía de una escena de la propia obra, el título del entremés, el nombre de su autor y los nombres de los personajes con los verdaderos nombres de los intérpretes.]

 

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4. Referencias

4.1. Bibliografía

  • ALBORG, Juan Luis (1972): Historia de la literatura española. Tomo I: Edad Media y Renacimiento. Editorial Gredos.
  • BELMONTE, Rafael (1998): Teatro breve.  Editorial Fundamentos.
  • VARIOS AUTORES (2003): Teatro breve de la Edad Media y del siglo de Oro. Editorial Akal.
  • VALVERDE, José María (2003): Historia de la literatura universal. Volumen 5:  Reforma, Contrarreforma y Barroco. Editorial Planeta.
  • CEDANO, José (2010): Diez sainetes para partirse de risa. Editorial Éride.
  • CORRALES, Francisco (2010): Teatro breve español del siglo XX. Ediciones Castalia.
  • VARIOS AUTORES (2014): Teatro breve español. De Lope de Rueda a Buero Vallejo. Editorial Akal.
  • ALONSO DE SANTOS, José Luis; DÍAZ GUTIÉRREZ, Jorge y CAMACHO CABRERA, Ángel (2016): Teatro breve. Algar Editorial.
  • VARIOS AUTORES (2018): Incisos y concisos. 15 textos breves de teatro. Ediciones La uña rota.

 

4.2. Créditos del artículo, versión y licencia

DIÉGUEZ GARCÍA, Jesús (2023). «Piezas teatrales breves y un ejemplo inédito». Letra 15. Revista digital de la Asociación de Profesores de Español «Francisco de Quevedo». Año X. Nº 13. ISSN 2341-1643

URI: http://letra15.es/L15-13/L15-13-17-Jesus.Dieguez.Garcia-Piezas.teatrales.breves.y.un.ejemplo.inedito.html

Recibido: 27 de marzo de 2023.

Aceptado: 12 de abril de 2023.

 

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