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1. El aprendizaje significativo

El aprendizaje es un proceso de construcción individual y personal que consiste en relacionar nuevos conceptos con ideas ya existentes (Ballester Vallori et al., 2002), de manera que el alumno, siendo sujeto del su propio proceso, organiza la información conocida y la desconocida para encajarla en su esquema mental de representaciones. Para ello, las nuevas ideas deben estar relacionadas con las ideas ya conocidas por el alumnado, con su conocimiento previo sobre la materia, siendo crucial que el estudiante tenga una actitud positiva. Es decir, el docente debe tener en cuenta el componente motivacional a la hora de elaborar las actividades para presentar información que genere curiosidad, permita reflexionar y sea útil de alguna forma para el alumno, pues se persigue un aprendizaje significativo, pero también competencial.

 

2. Enseñanza de la literatura

La historia de la enseñanza de la literatura ha variado con el paso del tiempo, sufriendo un cambio drástico a mediados-finales del siglo xx con la globalización y la mercantilización de la cultura. El modelo educativo adoptado responde a la función que cada sociedad atribuye a la literatura (Colomer, 2010). La tasa de alfabetización en España es muy alta, por lo que ya no se enseña lengua y literatura para que los alumnos aprendan a leer y a escribir (Fernández Martín, 2008). La tendencia actual, precisamente por esto, debería virar hacia la enseñanza de la modalidad y la tipología textual, centrándose en la distinción entre la lengua oral y la lengua escrita, pues las redes sociales se acercan más a la primera que a la segunda (Fernández Martín, 2008), hacia una familiarización del texto, la intertextualidad y la comprensión de las formas de producción y consumo actuales. Sin embargo, el estudio de la literatura, y más el de la poesía, ha quedado relegado a un segundo plano en pos del estudio de las ciencias, pues estas parecen tener una finalidad material, mientras que la literatura se concibe como un bien cultural de consumo.

Por ello, es necesario reivindicar su papel desde las aulas y aplicando metodologías activas que favorezcan el cambio de perspectiva para conseguir que tanto docentes como alumnos entiendan esta disciplina como un bien sí mismo, utilizando el placer y la gratificación como motor del desarrollo del dominio literario. Cambiar el concepto de estudio de la literatura como adición de conceptos por el de literatura como experiencia, partiendo siempre del punto de vista de quien recibe la enseñanza (Leibrandt, 2007).

 

                                       

3. El método inductivo

El método inductivo se inserta dentro de las metodologías activas por poner al alumno en el centro de su proceso de adquisición del conocimiento, es decir, en su proceso de aprendizaje. El objetivo de este, además, es facilitar la asimilación de la información y de los conceptos moviendo al alumno para que reflexione, con la guía del docente, sobre qué está aprendiendo, por qué y para qué. Esto implica que la participación y la implicación de los alumnos debe ser la dinámica central, favoreciendo, además, el trabajo en grupo, la cooperación y el diálogo e intercambio tanto entre iguales como entre docente-alumno. De esta manera podrán fomentarse habilidades como la interacción social, la autonomía y la autoconfianza del estudiante (Davini, 2008). Dentro de los modelos propuestos en Métodos de enseñanza. Didáctica para maestros y profesores (2008), destacan el método inductivo básico y el método de construcción de conceptos. El primero se basa en la formación de conceptos e identificación de principios, regularidades y tendencias en los fenómenos analizados. Requiere de la observación directa y de la comprensión de la información secundaria, de manera que los estudiantes puedan acceder al texto, en este caso, para evaluarlo, analizarlo desde diferentes ángulos y poder sacar conclusiones empíricas sobre el estilo, la tendencia artística, el contexto social…

Por otro lado, el método de construcción de conceptos trabaja sobre conceptos ya existentes en la cultura. Es decir, debe presentarse al alumnado información de dos tipos para que ellos puedan buscar similitudes y diferencias basadas en el análisis. Davini (2008) utiliza el concepto de «metáfora» para explicarlo. El docente presentaría dos textos, habiendo metáforas solo en uno de ellos. El objetivo de la actividad sería la reflexión sobre la metáfora, intentado sustraer toda la información posible acerca de su naturaleza lingüística y literaria.

Es por eso que aplicar el método inductivo para la enseñanza de la poesía podría resultar efectivo, pues coloca al alumno en el centro, le permite trabajar con el texto extrayendo todo el potencial de este y favoreciendo que el proceso de aprendizaje del estudiante se realice de manera efectiva, pues él mismo podría identificar en qué cuestiones necesitaría apoyo y cuáles no, los puntos fuertes de su argumentación y la puesta en valor de su propio conocimiento. Además, el trabajo en equipo fomenta el desarrollo de las relaciones interpersonales.

Siendo el aprendizaje significativo, competencial y contextualizado de la poesía barroca el objetivo de la aplicación de este tipo de metodologías, es necesario elaborar actividades que reúnan las características comentadas anteriormente, y seleccionar textos adecuados, textos relevantes y suficientes, acompañados de preguntas guía para que el alumnado se vea interpelado, pueda sacar conclusiones bien fundamentadas y aprenda realmente qué es y en qué consiste la literatura del Siglo de Oro, el porqué de su importancia en la historia de la literatura, cómo ha influido en las formas culturales actuales y cómo ha afectado el contexto social a esa producción literaria. En definitiva, conseguir un aprendizaje real, situado y eficaz que además tenga en cuenta el enfoque competencial de la LOMLOE (Real Decreto 243/2022, de 5 de abril, por el que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas del Bachillerato, 2022) y promover la lectura autónoma y el gusto por la literatura aportando un punto de vista amplio y profundo hacia obras del canon literario español.

 

                                       

4. Conclusión

Las metodologías activas, y en concreto el análisis de textos utilizando el método inductivo, favorecen la adquisición de conocimientos profundos de la materia en Lengua Castellana y Literatura, proporcionando al alumno herramientas de análisis suficientes para que pueda ir construyendo su propio proceso de aprendizaje en contexto y desarrollando habilidades competenciales útiles en el ámbito académico y en el personal. Además, se fomentan las dinámicas de grupo colaborativas y participativas en las que se observa ayuda mutua y un ejercicio de atención y escucha muy interesante. Esto, también ayuda a que pierdan el miedo a equivocarse y adquieran valor para expresar en voz alta dudas o cuestiones con más frecuencia que con otro tipo de dinámicas. El impacto termina siendo positivo porque se consigue aprender literatura desde el texto, analizando desde dentro y con perspectiva y juicio crítico e inculcando el gusto por la literatura, la lectura y también se consigue aprender e interiorizar herramientas útiles para la vida. En definitiva la aplicación de metodologías que suelen relacionarse más con el estudio de las ciencias resultan adecuadas para la enseñanza de las letras, favoreciendo el factor sorpresa en los alumnos al enfrentarse a actividades nuevas y consiguiendo resultados tanto académicos como personales muy satisfactorios.

5. Referencias

• BALLESTER VALLORI, A., GAYOSO ENRIQUE, P., PAYERAS AGUILÓ, J. M., y VICENS XAMENA, G. (2002). «El aprendizaje significativo en la práctica y didáctica de la geografía». Revista Educación y Pedagogía, XIV.
• COLOMER, T. (2010). La didáctica de la literatura: temas y líneas de investigación e innovación.
• DAVINI, M. C. (2008). Métodos de enseñanza. Didáctica general para maestros y profesores (Primera, pp. 80–110). Santillana.
• FERNÁNDEZ MARTÍN, P. (2008). La enseñanza de la literatura por tareas: una propuesta didáctica para alumnos de bachillerato, Task-based Approach for Teaching Literature.
• LEIBRANDT, I. (2007). El estado actual de la didactica de la literatura en la era de la medialización.
• REAL DECRETO 243/2022, de 5 de abril, por el que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas del Bachillerato.

 

                                       

6. Créditos del artículo, versión y licencia