Letra 15. Revista digital
Revista digital de la Asociación de Profesores de Español «Francisco de Quevedo» de Madrid - ISSN 2341-1643

Sección TECNOLOGÍAS

El Rey Sabio para bachilleres, en su centenario

Javier Fernández Delgado

Javier Fernández Delgado

Fue docente de Bachillerato y ahora ejerce como editor público y experto en edición digital en la Consejería de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid.

Ha publicado Escuchando con los ojos en la era digital y otros artículos sobre el uso didáctico de los dispositivos móviles, y recientemente el libro digital El lector móvil: del jeroglífico al emoticono.

javier.fernandez@madrid.org

Resumen / Abstract / Résumé

Resumen.

Ensayo dramatizado que recoge una investigación interdisciplinar en aula de Bachillerato sobre la figura del rey Alfonso X el Sabio, su época y su imponente labor cultural. Se toma como punto de referencia el sitio «Alfonso X el Sabio: web cooperativa 1221-2021», que se ha desarrollado a la par que el artículo en un proyecto transmedia, y se practican competencias digitales relacionadas con la búsqueda de información, el uso de fuentes primarias digitalizadas, la consulta de obras de referencia y la elaboración de contenidos web, mediante el aprendizaje móvil y el uso didáctico de dispositivos personales. El artículo es un viaje de la risa al llanto y vuelta a la sonrisa o quizás al delirio.

Palabras clave: competencias digitales, lectura digital, escritura digital móvil, imagen digital, publicación en línea, dispositivos móviles, aprendizaje móvil, didáctica, lengua española, literatura, historia, artes visuales, música, bachillerato, Alfonso X el Sabio.

The Wise King for high school students, on his centenary

Abstract.

This paper, in the form of a dramatized essay, is a High School classroom interdisciplinary research about King Alfonso X, the Sage, his time and his impressive cultural work. The point of reference is the site «Alfonso X el Sabio: web cooperativa 1221-2021», which has developed alongside this paper into a transmedia project. Using personal devices and mobile learning, we practice digital skills for information searching, the use of primary digitized sources, queries of reference works and web content development. This paper is a journey from laughter to tears and back to laughter or perhaps to frenzy.

Keywords: digital skills, digital reading, mobile digital writing, digital imaging, online publishing, mobile devices, mobile learning, didactics, Spanish language, literature, history, visual arts, music, high school, Alfonso X el Sabio.

Le Roi Sage pour les lycéens, à l'occasion de son centenaire

Résumé.

Essai dramatisé qui rassemble une enquête interdisciplinaire en classe de lycée sur la figure du roi Alphonse X le Sage, son époque et son œuvre culturelle imposante. Le site «Alfonso X el Sabio: cooperativa web 1221-2021» est pris comme point de référence, qui a été développé avec l'article dans un projet transmédia, et les compétences numériques liées à la recherche d'informations, l'utilisation de la numérisation sources primaires, la consultation d'ouvrages de référence et l'élaboration de contenus web, à travers l'apprentissage mobile et l'utilisation didactique d'appareils personnels. L'article est un voyage du rire aux larmes et retour au sourire ou peut-être au délire.

Mots-clés: compétences numériques, lecture numérique, écriture numérique mobile, imagerie numérique, publication en ligne, appareils mobiles, apprentissage mobile, didactique, langue espagnole, littérature, histoire, arts visuels, musique, lycée, Alfonso X el Sabio.

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Para mamá, que nos ha traído hasta aquí.

 

Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados...

Quevedo, 1613 [1649, p. 64].

Rompamos, pues, los muros de la clase.

Cossío, 1905 [1910, p. 36].

 

1. Prólogo

Dado que la pandemia ha sacado las competencias digitales de la parte baja de la lista de tareas pendientes y las ha colocado encima del montón, podemos dejarnos de tonterías y tomarnos su práctica bien en serio o, si lo preferimos, en broma. Necesitamos ejemplos de cómo hacer las cosas, de cómo innovar, experimentar, imaginar, tropezar también. ¿No era don Juan Manuel, el sobrino de Alfonso X el Sabio, el de los exempla, ese método dialogado propio de la escuela de príncipes y caballeros? Contemos lecciones prácticas, como se decía en el período republicano, tan interesado en la educación como herramienta de cambio y mejora. Pongámonos a ello.

 

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2. Dramatización

 

2.1. Escena primera.
En clase de Lengua: el rey entonando

─Profe, ¿a qué viene ese vestido que traes, que parece de otra época? ¿Y ese violín raro?

──Es un rabel, rabab en árabe, y suena así cuando alguien que no sabe frota las cuerdas con el arco.

─Fatal, fatal. ¡Como chirría!

──¿Y ahora?

─Mejor, mejor. Ya no desafinas como antes.

──Mirad qué imagen os traigo, que me ha pasado el profesor de Arte. Observadla bien.

Miniatura de apertura del Códice Rico de las Cantigas de Santa María (manuscrito Real Biblioteca del El Escorial). Conferencia del profesor Bango en la Fundación Juan March, 2016.

──Un cualificado profesor lo explica en una conferencia: es una miniatura que representa al rey en su corte en una extraña actividad. El rey es Alfonso X, el que dio un impulso definitivo a la lengua castellana, el de la consagración de la eñe, el de las grandes obras históricas, jurídicas y científicas, era también cantante y compositor, trovador se llamaba en aquellos tiempos. Aquí le vemos en el centro, con corona, sentado más alto, sujetando un libro de referencia, dictando mientras dos amanuenses se turnan escribiendo sobre largas hojas de pergamino. O quizá hacen dos copias simultáneas, que luego el propio rey corregirá. A los lados, tras dos biombos, se encuentran los músicos (¿veis el rabel?) y los cantores, que se guían también por códices manuscritos. El rey organiza, compone, toca y canta. Sabemos con certeza que el propio rey escribió algunas de las canciones, llamadas entonces cantigas. En esta miniatura, el rey Sabio está entonando.

─Este año se celebra su centenario: hemos visto el cartel en el tablón.

──Se cumplen ocho siglos desde su nacimiento, en 1221: su memoria sigue bien viva, porque ahora estamos hablando en la lengua que él quiso extender a la vida culta de los escritos, dejando a un lado el latín que pocos entendían y favoreciendo la difusión entre las gentes del común de las historias y las leyes tal cual se podían entender, sin intermediarios. Esa proeza es una de muchas que llevaron a que se le conociera como el Sabio, un epíteto infrecuente en alguien que vivía en una época de guerras constantes en la que primaba la formación militar. Y además fue poeta, compositor, cantante y revisor de primera mano de cuanto se elaboraba en el scriptorium real: sabía latín, gallego y algo de otras lenguas, pero sobre todo contribuyó a crear o adoptar términos y expresiones nuevas que volcarán a la lengua romance lo que ya existía en griego, árabe, hebreo o latín. Hoy lo llamaríamos neologismos: en aquella época el castellano todavía se está formando como lengua culta y escrita, y toma términos prestados o los inventa de forma constante. Balbucea de forma maravillosa: leer ese castellano antiguo choca porque parece imperfecto comparado con el actual, pero emociona porque se aprecia el ansia por conseguir la expresión mejor. Ya lo veremos (leeremos).

─¿Vamos a tener que leer textos en castellano antiguo?

─Es muy buena idea, a ver si así logro entender mejor a mi abuelo ─y a mis padres─, y de paso consigo alguna vez ganar al mus en el pueblo.

─«¡Agarrémonos los machos!», diría el mío.

─«Al mal tiempo, buena cara», diría mi abuela, siempre tan constructiva.

──Además aprovecharemos el trabajo que están realizando en el Liceo Español Luis Buñuel de París, un sitio conmemorativo titulado Alfonso X el Sabio: web cooperativa 1221-2021 para practicar el aprendizaje móvil. Venga, sacad y encended los teléfono móviles, que vamos a trabajar con ellos.

 

2.1.1. Aprendizaje móvil

─Profe, nos extrañó que nos pidieras que todos trajéramos los teléfonos a tu clase, ya sabes de sobra que no se pueden encender dentro del insti.

──Efectivamente, en la Comunidad de Madrid, tal y como prescriben los Decretos correspondientes (2019 y 2020), está prohibido su uso dentro del recinto escolar «salvo que esté expresamente previsto en el proyecto educativo del centro con fines didácticos». Podéis seguir ese debate en el capítulo 14 del libro digital El lector móvil: del jeroglífico al emoticono, publicado por la Comunidad de Madrid el pasado año. Y ese es nuestro caso ahora: dado que está contemplada su utilización en la programación de varias asignaturas, los vamos a poder usar sin confiscación mediante.

─No te rías, que eso me hicieron una vez, profe, quitármelo porque lo utilicé en clase para consultar el WhatsApp...

─¿Aprendiste la lección, no? Lo sabemos todos por propia experiencia: no hay quien dé clase con ellos encendidos y a mano.

─Eso dicen los profesores, y tienen razón. Nos distraemos demasiado. No se puede atender ni participar si estamos con la mente en otro sitio.

─O chateando guapamente.

─O videojugando, que también ocurre.

──Esto es el mundo al revés, queridos; la profe ─yo─ pretendiendo usar los móviles y los estudiantes alertando de los peligros que nos acechan por ello. Tengo una cita suculenta sobre este asunto, que procede del profesor Enrique Dans, un experto en educación e innovación que publicó justo antes de la pandemia un libro titulado Viviendo el futuro: Claves sobre cómo la tecnología está cambiando nuestro mundo (2019):

Pensar que, como hace Francia, hay que restringir los smartphones en la escuela porque si no lo hacemos, los niños se distraerán o se obsesionarán, supone tratar de perpetuar una forma de aprender, un modelo de enseñanza que, en el contexto actual, es completamente obsoleto y absurdo, y dar lugar a una generación de inadaptados que ven el colegio como un lugar en el que, al entrar, se ven obligados a hacer un downgrade cerebral. Si la función de la educación es conseguir que los niños se adapten a su entorno, privarlos en ese entorno de tecnologías que van a ser completamente ubicuas es un completo error, que la sociedad francesa pagará durante muchos años condenando a toda una generación a ser menos hábiles en el manejo de la tecnología que sus equivalentes de otros países.

─Pues ahora no es solo Francia, es también aquí.

─Pero la pandemia ha hecho a todos replantearse las cosas.

─Sí, ¡cuánta gente habrá conseguido seguir las clases gracias al teléfono!

─Eso, sobre todo si no tienes otra cosa; pero es que a veces es mejor que el ordenador.

─Más cómodo, sí.

─¿En qué quedamos entonces, los vamos a utilizar o no?

──Afirmativo. Tenéis tres minutos para consultar lo urgente y acto seguido, cuando yo toque una melodía con el rabel, con esta nota precisamente 𝅘𝅥𝅯, apagaréis los datos, para que no entren ya más mensajitos. Arreando.

[...]

Wifi del instituto

──¿Todas las conexiones de datos están apagadas? ¿Tú también, Paula? Bien está. La contraseña de la wifi del Instituto es «ReySabio2021»: conectaos a ella y podréis navegar sin problemas, aunque os advierto que ciertas direcciones y las redes sociales están bloqueadas.

─Para evitar tentaciones, ¿no, profe?

──Eso es: vamos a practicar el autocontrol, pero poco a poco, poniéndonos objetivos realistas. Hoy navegaremos con manguitos, pero saldremos a mar abierto. Se lamentaba Quevedo en 1613

Miré los muros de la patria mía,

si un tiempo fuertes,

ya desmoronados...

Pero tres siglos después, el gran pedagogo Manuel Bartolomé Cossío (1910) pedía en voz alta:

Rompamos, pues, los muros de la clase...

Y en eso estamos ahora. Escribid en el navegador esta dirección: https://sites.google.com/liceo-lb.fr/alfonsoelsabio2021

Es una web alojada en Google Sites y editada con esa herramienta, un gestor de contenidos, pero en el dominio liceo-lb.fr, es decir el Liceo Español Luis Buñuel, un Instituto de Enseñanza Secundaria español localizado en Francia y que depende del Ministerio de Educación y Formación Profesional, y no de alguna comunidad autónoma, como el nuestro.

─Pues se lo pasan bien en ese instituto del país vecino.

──La web cooperativa se ha creado en un entorno digital educativo protegido, en este caso Google Suite for Education, como también lo son la suite de Microsoft 365 o, en particular, EducaMadrid. Los entornos protegidos facilitan el uso responsable de las tecnologías digitales.

─¿Y en qué se nota, por ejemplo?

──Pues en que cada estudiante tiene una cuenta institucional, con la que trabaja en el ámbito educativo, perfectamente separada de la personal.

─Nosotros tenemos la cuenta de correo personal de EducaMadrid, con la que entramos al Aula Virtual cuando nos freís a trabajos y exámenes.

─Esa es institucional, no personal.

──Volvamos al lío. Como ocurre en las versiones móviles de los sitios web bien diseñados ─con diseño web adaptativo─, la hamburguesa de arriba a la izquierda permite acceder al índice del sitio, con sus secciones y páginas.

En la página de Inicio ─la home a la que se accede siempre pulsando en la cabecera─ se encuentran varias videopíldoras explicativas del sitio que conviene examinar, ya que ayudan a comprender tanto el sentido como las características de la web cooperativa. Ahora veremos juntos la de bienvenida y la comentaremos: tomad notas de los aspectos destacables; después, cada uno repasará las otras cuatro, para acto seguido iniciar la exploración más detallada del conjunto del sitio web, que es muy rico y diverso, pero también peculiar. ¿Estamos?, pues allá vamos.

 

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2.1.2. Web cooperativa Alfonso X el Sabio 1221-2021

Videopíldora de bienvenida sobre Alfonso X el Sabio: web cooperativa 1221-2021.

─Dice la voz que el proyecto está construido con «espíritu abierto, participativo e inclusivo».

─La web sirve para crear contenidos con los alumnos y «publicar sus esfuerzos y hallazgos».

─Aunque también va dirigida al profesorado interesado en hacer «aportaciones críticas y colaboraciones didácticas y académicas orientadas» a los estudiantes de Secundaria de «nuestros dos países»: España y Francia, suponemos.

─Se añade también que la web está orientada hacia su uso en dispositivos móviles, sobre todo teléfonos. Claro, profe, por eso nos has hecho traerlos.

─Se busca promover el «uso de los recursos digitales, fomentar las virtudes del hipertexto y de los recursos multimedia», todo la mar de moderno.

─Ya era hora, ¿no?, de darles toda la importancia que merecen.

─Profe, este vídeo no es precisamente TikTok ni la alegría de la huerta, ni tiene bailes ni canciones, pero la buena pinta se la ha ganado. Podemos seguir.

──Venga, vamos a por la videopilula número 1, como también podemos llamarla, abusando del significado, y después hacemos una puesta en común.

Videopíldora 1 sobre Alfonso X el Sabio: web cooperativa 1221-2021.

Puestas en común

──Entonces, ¿cuál es el sentido de la web cooperativa?

─Homenajear al Rey Sabio y celebrar su figura, ¡en su cumpleaños número 800, que ya está bien!

─A mí me ha gustado mucho la frase de que «consolidó la naciente lengua romance en la que leemos, escribimos, hablamos y cantamos», aunque quisiera saber en qué medida eso es cierto.

─Pero el sentido profundo me parece que es fomentar las competencias digitales, que en cierta forma podría ser la versión actualizada de lo que el Rey Sabio llevó a cabo hace siglos, con las competencias lingüísticas.

─Eso sí sería seguir su ejemplo.

─Y aplicarlo a multitud de áreas, tantas como las secciones y páginas de la web, que son una cuántas.

──Tenemos que ser conscientes de que entramos en un ámbito experimental, propio de la innovación educativa, en el que habrá cosas que no saldrán como se quisiera. Y fallos. Y aciertos, ya veremos. Pero lo mismo le ocurrió al rey Alfonso. Vayamos ahora con la siguiente pilula y qué es lo más destacable que cuenta sobre sus características generales en tres minutos de duración. Luego, hacemos otra puesta en común.

Videopíldora 2 sobre Alfonso X el Sabio: web cooperativa 1221-2021.

─La web cooperativa en vez de ser un libro de imprenta es una publicación en línea.

─Está organizada en secciones y a su vez en páginas: la de Canciones contiene, entre otras, una página sobre la Cantiga 111, por ejemplo.

─Las páginas contienen documentos de todo, tipo, textos, imágenes, audios, vídeos; algunos son fuentes primarias y otros secundarias.

─Toda la web está salpicada de referencias a los documentos, que ayudan a familiarizarse con los autores y con el método científico de comprobación de los argumentos y las evidencias.

─Con hiperenlaces, hiperenlaces y más hiperenlaces a las fuentes.

──El famoso hipertexto.

─El sitio web no está terminado, sino en actualización permanente, con aportaciones de profesores y alumnos.

─Las fuentes digitales, primarias y secundarias, tienen la ventaja de que se puede acceder a ellas directamente.

─Pero lo más importante, el objetivo principal, sobre el que se insiste mucho, es el de estimular las cinco competencias digitales, tal y como establece el marco europeo:

  • Información y alfabetización mediática.
  • Comunicación y colaboración digital.
  • Creación de contenido digital.
  • Uso responsable.
  • Solución de problemas digitales.

─Pues hay currele para rato. Yo ya estoy agotado.

──Vosotros os crecéis con las dificultades. Ahora veremos, en la videopíldora 3, qué contenidos tiene la web cooperativa. Vamos a ello.

Videopíldora 3 sobre Alfonso X el Sabio: web cooperativa 1221-2021.

─Parece importante señalar que la web tiene un enfoque polémico, ya que recoge también opiniones encontradas.

─Es un punto de partida, no de llegada.

─Sirve para conocer no quién fue el Rey Sabio, sino cómo saber quién fue el Rey Sabio.

─En vez de contenidos masticados, la web ofrece textos que hay que masticar para poder comprender.

─El propio rey es el mejor ejemplo: ¿fue un Sabio, como dicen, o un personaje desgraciado, al que «de tanto mirar al cielo se le cayó la corona»?

─Luego la pilula, como dices tú, profe, se extiende sobre algunos de los contenidos: la sección de Canciones y figuras, por ejemplo, me parece muy interesante, la poesía cantada e ilustrada de las Cantigas.

─Pues a mí me ha llamado la atención la de Guerras.

─Yo me quedo con la de La eñe.

─¡Pelota!

──A ver, que hay para todos.

─Yo prefiero al rey científico, eso sí que es raro, de la sección de Ciencias.

─Pues por mi parte me contento mucho con la de Juegos, especialmente el ajedrez, que me chifla.

─Sí, como la chavala de la serie esa de Gambito de dama, un monumento.

─No discutamos, yo me quedo con el juego de pelota, que suena cañón en estos tiempos despeinados y enmascarados.

─¡Qué bien hablas, colega!

──La última videopíldora trata del aprendizaje móvil, en el que, como sabemos, estaremos embarcados una temporada.

Videopíldora 4 sobre Alfonso X el Sabio: web cooperativa 1221-2021.

Diseño web adaptativo para el aprendizaje móvil

─La verdad es que las cosas de esta web parece que se ven bien en el teléfono, lo que no siempre es así, profe, las pantallas pequeñas ponen en aprietos a las web antiguas, ya que se ve todo minúsculo, el texto no se adapta...

─Se han esforzado los diseñadores.

──Eso es gracias a la herramienta de edición, Google Sites, un gestor de contenidos preparado para el diseño web adaptativo, como recomienda FundéuRAE que lo llamemos. Ahora existen muchos editores web que lo ofrecen, pero este es el que usan institucionalmente en el Liceo Luis Buñuel. Otros centros usan otros distintos. Sigamos con la puesta en común: ¿qué implica el aprendizaje móvil además de una web bien adaptada?

─Pues en primer lugar que hay muchos materiales digitales a mano: ilustraciones y textos, en la propia página o como documentos insertados, que se almacenan en una carpeta de Drive.

─Nosotros no usamos ese sistema en nuestro insti, profe.

─Y galerías de imágenes, como la de planos antiguos de París y del río Sena, donde transcurre la Cantiga 111 El clérigo ahogado en el Sena.

─Quedan por mencionar las Actividades que acompañan a algunos materiales. Hay bastantes. A cascoporro.

─Son para incluir en los epígrafes denominados Aportaciones de clases y alumnos, que se localizan en el área final de las páginas y que dan paso a la zona denominada, en este caso, Carpeta compartida Cantiga 111 desde Drive de acceso restringido a miembros del Liceo Español Luis Buñuel.

──Esto es de gran importancia: allí, solo quienes tengan cuenta institucional, los alumnos y profesores del Liceo, podrán acceder a los trabajos. Si lo quieres ver, tienes que identificarte, y la web detecta si tu cuenta es o no del Liceo.

─¿Entonces esos trabajos no podremos verlos nosotros ni consultarlos?

──Pues de momento, no. A menos que les den acceso público. Ya se verá. Quizá lo hagan con los trabajos más eminentes. Pero, en todo caso, más adelante: queda mucho año de celebración.

─¿A que después de este descanso, ahora viene la tralla, no, profe?

──Así es, debes de tener poderes telepáticos debajo de ese flequillo. Podrías hacerte un copete, ya hablaremos de eso. En la zona de Aportaciones también se pueden insertar cuestionarios, como los que hay en la página dedicada a la eñe, de la que trataremos el próximo día. Pero para terminar esta parte nos queda por mencionar lo más evidente: la zona de Aportaciones vale también para incrustar videopíldoras.

─Pues en la página de Inicio están colocadas en la zona principal.

──Eso es porque son videopíldoras informativas, pero puede haber otros tipos, por ejemplo videopíldoras con instrucciones para trabajar o realizar alguna actividad.

─Caliente, caliente, profe, ya casi te escaldas...

──Y desde luego existen las videopíldoras elaboradas por alumnos que recogen actividades. ¡Las que vais a hacer para colaborar con el proyecto de web cooperativa del Liceo de París!

─¡Lo sabía, lo sabía!

─Profe, ¿podemos ir haciendo recortes o pantallazos de lo que vayamos encontrando que nos interese, para poder utilizarlo después en las pilulas?

──Por supuesto, queridos.

 

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2.1.3. Qu'est-ce que c'est une vidéo pilule?

──A ver, atención, repetid conmigo: «Qu'est-ce que c'est une vidéo pilulé?».

¡Qué es que sé une vídeo pilulé!

─Un momento, un momento, en francés no se pronuncia «pilulé», con acento en la última e, se dice «pilul», con acento en la u, y se escribe «pilule», con e final sin tilde.

─¡Estos franceses, que escriben letras que no se pronuncian!

─¿Y nuestra h qué?

──La ocurrencia mía de inventar un acento con su tilde se debe a que he recordado una canción de La Trinca de cuando vuestros padres tenían vuestra edad, no os sonará, claro.

─Yo la conozco, sí, mi padre recurre a ella muchas veces... ¿La canto?

──No hace falta que sea ahora. Luego.

─Profe, te has metido tú sola en un jardín.

──Pues me salgo. Como habréis podido comprobar, las videopíldoras de dos, tres o cuatro minutos, como máximo, si están bien hechas, pueden ayudar mucho para evitar el deambular farragoso arriba y abajo, a un lado y a otro, por las páginas de texto, las imágenes y las aplicaciones, porque muestran visualmente los gestos necesarios y el orden de pasos apropiado; además, la voz explicativa que acompaña las imágenes aclara qué es cada cosa y cómo se hace, por ejemplo, cierto procedimiento que se desea resumir. Son imágenes móviles, pero detrás hay un texto: quizá un esquema escrito, un guion, sobre el que se improvisa, o mejor todavía, un texto escrito que se recita atendiendo a las imágenes. Lo que no es moco de pavo; que no es fácil, quiero decir. Recordad que nos ocupamos de la Lengua, sea escrita o hablada. O leída o escuchada.

─Vamos, que hay que enfocarlo como un cortometraje, con su guion de texto y su storyboard de imágenes antes de filmarlo.

─Pero ahora tú eres el actor, el guionista y el realizador. Tres en uno.

─Un microdocumental tres en uno.

─«Trois en un», pronúnciese tgroá en in.

──Veamos ahora algo de técnica y procedimiento. Seguro que algunos lo sabéis de sobra, pero lo voy a contar yo y si meto la pata me corregís con cariño. La idea es que cada uno haga una videopilulé.

─Se pronuncia videopilul.

──O mejor, una videopilula.

Cómo se hace una videopilula

──Es que la he castellanizado, como haría el Rey Sabio con los términos que tuvo que adaptar o inventar para poner los escritos en castellano, los contratos, las leyes, las historias...

─¿Y de qué tenemos que hacer la videopilula?

──Primero examinemos los aspectos técnicos: ahora todos los móviles tienen una aplicación grabadora de pantalla, que incluso aparece como un icono en los ajustes rápidos de la barra o panel de notificaciones. Aunque, antes de nada, hay que abrir la aplicación en sí misma y luego darle al icono de la configuración. Y ahí escoger la resolución de vídeo, no hace falta que sea muy alta, puede valer 800 x 480 px con 16 Mbps. Se puede también indicar en la configuración qué sonido se quiere que coja la grabación, si los del micrófono o los del sistema. Para lo que nos interesa necesitamos activar que sean los del micrófono que recoja nuestra voz. ¿Encontráis la configuración?

─¿Puedes venir, profe, que el mío es diferente?

──Si ya estamos todas preparadas, y también los chicos, pasamos a la fase siguiente: los contenidos a videopilular.

─¡Qué ingeniosa has amanecido, hoy, Sofía! ¿Has desayunado aguacate?

──Claro, con torreznos, por eso hoy estoy a todo tren. ¡Atención: instrucciones! Tendréis que escoger una página de la web cooperativa y hacer un ensayo, un essai dirían los franceses, grandes expertos en ello: es decir, escoger un tema de los que se proponen en la página, grande o pequeño, discutirlo y exponer vuestras propias ideas acerca del asunto. Eso sí, ha de ser un ensayo videopilulado.

─De como máximo cuatro minutos.

──Eso mismo.

─Chupao.

 

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2.1.4. El caballero, el zapatero, la cantiga y la justicia del rey

──Tomemos como ejemplo la página dedicada al infante don Juan Manuel en la sección de Lengua en la web cooperativa. La conozco bien, porque he colaborado en su creación.

La página contiene, como podéis comprobar vosotros mismos, varias partes y epígrafes, pero conserva una unidad, que viene dada por la idea del infante escritor, testigo de los ecos de la era alfonsina. Él, igual que su tío, fue autor, aunque su obra más famosa no fueron unas canciones o unas leyes, sino el Libro de los enjiemplos del conde Lucanor et de Patronio, como transcribe la editora María Goyri, en el volumen para bachilleres Don Juan Manuel y los cuentos medievales, publicado en 1936 en la Biblioteca Literaria del Estudiante. Vosotros, igual que aquellos, también sois estudiantes bachilleres. La colección editó asimismo un volumen sobre Alfonso el Sabio, pero ya en 1946. Ambos están digitalizados y son muy manejables: están en castellano de la época, pero con las necesarias aclaraciones. Iban también ilustrados. Son un buen ejemplo del tipo de fuentes que usa la web cooperativa, que conecta con iniciativas pedagógicas de hace un siglo, relacionadas con los principios de la Institución Libre de Enseñanza, cada vez más actuales.

Cubiertas de Alfonso el Sabio (1946, CSIC) y Don Juan Manuel (1936, JAE, IE), de la colección Biblioteca Literaria del Estudiante. Ejemplares de la Biblioteca Tomás Navarro Tomás del CSIC, 2021.

Don Juan Manuel se preocupó de salvalguardar su obra y mandó copiar y reunir en un único códice manuscrito revisado por él las doce obras que había escrito, aunque paradójicamente no se han conservado todas. Para esas Obras escribió un prólogo, que es la referencia para el epígrafe 1 de la página web que estamos analizando; mientras que el epígrafe 2 recoge el relato de la muerte del rey Sancho ─incluido en una de ellas─, y el epígrafe 3 un extracto del testamento del Rey Sabio. Los tres testimonios componen juntos un viaje hacia atrás en el tiempo: desde los días del escritor en su madurez, que recopila su obras, hasta sus 13 años cuando vive la muerte de su padre adoptivo, y luego, más atrás todavía, cuando es un niño de un año que no sabe que el rey Alfonso, desolado, dicta un testamento terrible. Los textos muestran el esplendor de la prosa narrativa castellana, en varios registros emcionales. Vais a disfrutar leyendo los textos.

─Si tu lo dices, será verdad.

──Ahora voy a grabar con mi móvil una videopilula de dos minutos o así sobre la página que tratamos, y como estoy emitiendo mi pantalla en la del aula, todos podréis ver cómo lo voy haciendo.

Videopíldora sobre el infante don Juan Manuel, testigo de los ecos de la era alfonsina, en Alfonso X el Sabio: web cooperativa 1221-2021. Voz: MVC.

─¡Cómo te manejas, profe! ¿Tienes cuenta en TikTok, para ver tus vídeos de bailes?

Una videopilula en vivo y en directo

──Pues..., mañana sin falta me hago una. Resumiendo: primero hay que preparar el material, dar un título al trabajo, redactar el guion, con el esquema o el texto completo que se va a recitar. A continuación, conviene ensayar los movimientos y gestos, comprobando los hiperenlaces, los desplazamientos por la página o entre páginas, el gozoso zum que permite fijar la mirada en el detalle que interese y, sobre todo, no lo olvidéis, haciendo las pausas adecuadas, que deben dejar tiempo suficiente para que el visitante lector asimile lo que ve y escucha.

─Pues tú lo has hecho sobre la marcha: en tutorial vivo y en directo.

──Porque... chaval, ya conozco el material. Conviene escoger bien el inicio, que hará un poco de portada: la vista a la aplicación y lugar que interesen. Luego, hay que activar la aplicación de grabación de pantalla y pulsar iniciar la grabación. A continuación, ir grabando los gestos y pasos dictando con la voz las explicaciones correspondientes, previamente pensadas y escritas, con sus pausas bien marcadas.

─¿Hay que ensayar varias veces, entonces?

──Sí, sí que conviene ensayar. Y desde luego, hay que comenzar diciendo el título («Videopíldora sobre...») y el autor («por...»). Para controlar el tiempo, se puede mirar el contador que suele aparecer traslúcido en un lado de la pantalla del dispositivo.

─No parece difícil.

─Ya sabes, profe, que nosotros estamos habituados a ver muchos vídeos breves, en las aplicaciones del teléfono. Pero no hemos practicado hacerlos como recurso educativo.

──Pues ya es hora de probar el menú degustación, ¿no os parece? Cuando esté finiquitada la exposición oral y visual se pulsa dos veces, o como sea en cada aplicación, para detener la grabación. El fichero se guarda automáticamente en una carpeta local con el nombre de la fecha, pero se puede acceder a él mediante cualquier programa de gestión de ficheros o imágenes.

─Grabar un vídeo será más rápido que escribir el texto que explique lo que se ve.

─¿Tú crees?

─¿En serio?

─¡Se acabaron los deberes, vivan las videopilulés!

──Eso, eso. Hoc, hoc, como dirían los antiguos en latín. Por si necesitáis recordar los pasos, la web cooperativa contiene, dentro de la página de Cómo se hace, una explicación del Procedimiento básico de creación de una videopíldora en el móvil que se puede consultar en cualquier momento.

Venga, hojead la página en vuestros móviles y buscad y leed el texto entero del prólogo que trata del caballero compositor, el zapatero cantor y la justicia del rey.

[...]

El prólogo de la risa

─Magnífico, profe. Como dijo antes la compi, a mí también me chifla la historia, y la forma en que está escrita, sobre todo esta frase:

El rey et cuantos lo oyeron tomaron desto grant placer, e rieron ende mucho, et el rey mandó al zapatero que nunca dijiese aquella cantiga nin confondiese la buena obra del caballero: et pechó [pagó] el rey el daño al zapatero, et mandó al caballero quie non ficiese más enojo al zapatero.

─¡Qué pasión por la música y la poesía! El que desafina es mejor que no cante. Hasta la justicia del rey en persona le condena al silencio.

─Pues a mi me ha gustado también la letra del códice manuscrito que aparece reproducida del original. Aunque no consigo descifrar gran cosa.

──Que sí, chavales. Mirad, aquí, en este detalle del códice manuscrito se puede leer la frase anterior:

Detalle del recto del primer folio del manuscrito de Obras de Don Juan Manuel. Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes; Madrid, Biblioteca Nacional. Edición facsímil del manuscrito 6376 en formato HTML. Prólogo.

─Por mi parte, he leído el texto directamente en el libro que hizo María Goyri para bachilleres: con el ratón pasas las páginas fácilmente cuando se abre el PDF. Se dice en él que la historia le sucedió a un caballero del «tiempo del primero rey don Jaimes», que supongo se refiere a Jaime I el Conquistador, rey de Aragón.

──Sí, sí, era el padre de doña Violante de Aragón, la esposa de Alfonso X; fue suegro, consejero, aliado y al final rival del rey de Castilla, de todo fue, pero en común tenían esa pasión que mencionas. Por cierto, es un fichero PDF incrustado en la página, muy cómodo, sí. Además, si en el móvil colocas Vista ordenador lo podréis leer directamente, sin que se tenga que abrir aparte. ¿Lo habéis hojeado todos? Bien. Creo que voy a solicitar que suban la videopíldora explicativa a la web cooperativa: ha quedado mona, a lo mejor un poco seria.

─No, no, para nada.

─Pelota.

 

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2.1.5. Los reyes ante la muerte

──Abramos ahora la puerta, sin hacer ruido, para contemplar dos escenas impactantes relacionadas con la muerte de los reyes, primero la del hijo, Sancho IV, y luego la del padre, Alfonso X, solo once años antes: don Juan Manuel narra la primera en forma dialogada, ya que asistió a ella, cuando tenía trece años; la segunda, sin embargo, es la redacción por dictado del propio rey Alfonso, pocos meses antes de su muerte, de su primer testamento, donde trata del heredero, pero la prosa narrativa es tan intensa, que la escena cobra vida ante nuestros ojos. Leed, leed los fragmentos de «la fabla que fizo conmigo el rey don Sancho en Madrit ante de su muerte», como dice en el prólogo de la edición de María Goyri.

─¿Madrit es Madrid?

──En efecto, en árabe مجريط Magerit, una fundación islámica, fue incorporada al reino de Castilla dos siglos antes y era entonces una de las muchas poblaciones con un alcázar o castillo, una del montón. Leed, leed, y fijaos en los tiempos verbales.

[...]

La muerte de Sancho IV en 1295 y el testamento de Alfonso X en 1283

─¿Pero que hizo ese Sancho contra su padre, para que lo condene con esa fuerza?

──Eso lo veréis con el profesor de Historia: decidme, ¿qué acusaciones y qué castigos establece el testamento, qué términos utiliza exactamente?

─Lo primero le acusa del «desheredamiento que nos fizo tomando nuestras heredades», por lo que a su vez le deshereda, a su propio hijo.

─También fue muy grave el «desapoderamiento», aunque no explica en qué consistió, pero se sobrentiende.

─El Diccionario de Lengua Española en línea dice que desapoderar es «Quitar a alguien el poder que para el desempeño de un encargo o una administración se le había dado.»

─En consecuencia, le maldice.

─En, no olvidemos el «disfamamiento», por lo que el rey señala que «desfamámoslo nos»: el castigo de la pérdida de la fama y la honra. El sustantivo es con i, pero el verbo es con e. El Diccionario recoge solo la segunda forma, aunque en sesuso. «Desfamamiento» es una «infamia».

─Y quizá lo peor de todo, le acusa de traición y le condena a la pena que merece. ¿Y cuál era?

──La Partida Séptima establece la pena de muerte. Lo podéis mirar en otro momento.

─¡Qué terrible situación!

─Claro, por eso el rey Sancho dice lo que dice en la hora de su muerte, cuando todavía no es muy mayor: la achaca a sus pecados y a la maldición de su padre. Impresiona cómo lo cuenta don Juan Manuel, que vivió ese momento:

que esta muerte que yo muero non es muerte de dolencia, mas es muerte que me dan míos pecados, et señaladamente por la maldición que me dio mío padre por muchos merecimientos que le yo merecí.

Don Juan Manuel y los cuentos medievales, selección, notas y glosario por María Goyri, 1936, p. 19.

──Ahora podéis comprender mejor porqué la página web se titula Don Juan Manuel, de la risa al llanto. Ojalá supiera tocar este rabel.

 

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2.2. Escena segunda.
En clase de Historia del Arte: bachilleres y fuentes

───Vaya cara tenemos esta mañana.

─Es que la profe de Lengua nos ha dejado desolados.

───Ah, el rey traicionado por sus propios hijos: sí, tremendo. Pero vosotros sois casi bachilleres, podéis con todo.

─Hoy no voy a poder dormir como siempre.

 

2.2.1. Bachilleres

───¿Recordáis que en El Quijote aparece un famoso bachiller?

─Claro, uno de sus amigos, Sansón Carrasco, el que disfrazado de Caballero de la Blanca Luna derrotó al Caballero de la Triste Figura.

───En efecto, en aquella época bachiller era el que había realizado el primer grado universitario, previo al de Licenciado. Os leo un pasaje a propósito, en el que habla Sancho:

...que anoche llegó el hijo de Bartolomé Carrasco, que viene de estudiar de Salamanca, hecho bachiller, y yéndole yo a dar la bienvenida me dijo que andaba ya en libros la historia de vuestra merced, con nombre del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha; y dice que me mientan a mí en ella con mi mismo nombre de Sancho Panza, y a la señora Dulcinea del Toboso, con otras cosas que pasamos nosotros a solas, que me hice cruces de espantado cómo las pudo saber el historiador que las escribió.

─Pues bachiller hoy significa y es otra cosa: somos nosotros, que terminamos así la Secundaria, antes de ir a la Universidad.

─Eso lo dirás por ti. Yo, desde luego, no pienso seguir estudiando: prefiero quedarme agarrado como una garrapata en casa de mis padres, coger novia o novio, ya veremos, y darles nietos, así ellos los pueden llevar al parque y no se aburren.

─¡Será posible!

───Cuando yo estudiaba, allá en la Prehistoria de los años '70, el Bachillerato no duraba dos años, como ahora, sino seis y además había que hacer el Curso de Orientación Universitaria, el COU, para poder dar el siguiente paso. Siete años, pues, duraba en la práctica.

─Por una vez hemos ido a mejor, ahora es más corto todo, menos mal, solo dos años.

La enseñanza obligatoria crece

───No, que va. Hoy día, la enseñanza obligatoria cubre diez años, desde los seis a los dieciséis. Y quien quiere, hace además la Secundaria no obligatoria, que es el actual Bachillerato, el más breve que ha existido, pero la causa es que sus cuatro o cinco primeros cursos han pasado a ser obligatorios para todos los ciudadanos, primero añadiendo dos años a la Primaria ─la antigua Enseñanza General Básica, la EGB─ y luego otros dos a la Secundaria ─Enseñanza Secundaria Obligatoria, la ESO─, que ya habéis cursado vosotros.

─Ya decía yo.

───El Bachillerato se desgajó de los estudios universitarios para crear una etapa educativa propia que alcanzara a más gente: y no tanto enseñanza media entre la primaria y la universitaria, o secundaria, frente aquella, como también se ha llamado. Ahora hay un debate sobre si se debe ampliar la enseñanza obligatoria y gratuita hasta los 18 años. Pensad que hace un siglo, obligatorio no había nada y solo una gratuidad relativa para la enseñanza primaria. El Bachillerato constaba ya de seis cursos, pero solo lo cursaba una minoría: había muy pocos Institutos públicos.

─¿Y porqué había tan pocos?

───¿Qué pensarías si te digo que cuando llega la Segunda República en 1931 se tuvo que hacer frente al millón de niños que no iban a la escuela, porque no las había? ¿O a unas tasas de analfabetismo ─niños, jóvenes y adultos─del 40%? Un escándalo. Hoy es del 1,5%. Lo más urgente entonces fue construir escuelas de Primaria, contratar maestros, subirles el sueldo y formarlos mejor. Cossío decía (1910, p. 37):

Gastad, gastad en los maestros.

Los bachilleres eran una minoría muy pequeña, por lo que había que reformar la Segunda Enseñanza, para darle un sentido en sí misma y no solo preparatorio para la Universidad.

Esa Segunda Enseñanza preocupó mucho a los regeneracionistas, ya que en ella se jugaba el futuro de las nuevas generaciones españolas, para superar el atraso y ponerse en línea con los países más avanzados, sobre todo los europeos. Decía Ortega y Gasset:

Si España es el problema, Europa es la solución.

─Ahora es así, ¿no, profe? Ahora ya somos de todas todas Europa.

───Sí, entramos en 1986, cuando vuestros padres estaban, quizás, estudiando el Bachillerato, el BUP que cité, que era voluntario desde los 14 años y que, claro, no todos cursaban. La enseñanza obligatoria se alargó hasta los 16 años en 2006, hace nada. Los orígenes del modelo actual se pueden rastrear en los debates de hace un siglo y en los pensadores que formaron la Edad de Plata, que fueron de muy diversos pelajes: escritores de ficción, autores teatrales o plásticos, pero también ensayistas, científicos, filósofos o pedagogos.

─Antes el Bachillerato era más largo pero había menos bachilleres que hoy día, ¿no?

───Eso es. Los protagonistas de la Edad de Plata querían aumentar el número de bachilleres, fortaleciendo la Segunda Enseñanza. Ahí entra el Instituto-Escuela, que fue el organismo editor de la Biblioteca Literaria del Estudiante, sobre la que habéis tratado en clase de Lengua. Al igual que hoy vivimos la transición digital y el impacto de la pandemia acelera que las cosas cambien, hace un siglo también hubo otra transición, la pedagógica, ya que se consideró que la educación era la llave para resolver los atrasos, los problemas, los muchos retrasos.

 

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2.2.2. El Instituto Escuela y la Biblioteca Literaria del Estudiante

───La preocupación pedagógica de hace un siglo impulsó la creación del Instituto-Escuela de Segunda Enseñanza (I-E) en 1918, un centro educativo dependiente del Ministerio de Instrucción Pública pero supervisado por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), que serviría de laboratorio para experimentar con nuevos métodos y formar a futuros profesores, de forma que se diera una solución al estado lastimoso de la «segunda enseñanza» en España, un país en el que según el censo de 1920 los analfabetos eran 11.145.444 de los 21.338.381 habitantes.

─¡Qué barbaridad!

─Hoy ha bajado mucho el número, pero todavía queda alguno.

───El I-E contaba con una Sección Preparatoria, una educación primaria para alumnos entre 8 y 10 años (tres grados), y otra Secundaria, de Bachillerato, para estudiantes de 11 a 16 años (seis grados). Los alumnos terminaban a los 17 años con el título de bachiller. La importancia que se concedió al cuaderno del estudiante ─tema jugoso que dejaremos para otra ocasión─ se complementó con el impulso a la lectura, mediante una inmersión directa en los autores clásicos y contemporáneos. A este tema se dedica la página Alfonso el Sabio para bachilleres de la sección de Lengua de la web cooperativa: un artículo incrustado en el sitio, entre todos sus materiales didácticos, de donde saco mucha de la información que os estoy contando ahora y que contribuí a elaborar. Ahí se recoge esta cita del estudioso sobre el tema Mario Pedrazuela:

Texto de Pedrazuela (2011, p. 557) y cubiertas de las primeras ediciones de la Biblioteca Literaria del Estudiante.

Una de esas carencias era la de facilitar a los estudiantes una selección fiable de las obras más representativas de la literatura española, que superara las viejas colecciones de trozos decimonónicos, en volúmenes de calidad al tiempo que asequibles para la economía familiar. Con este fin se creó la Biblioteca Literaria del Estudiante, que, junto con otros proyectos editoriales, se proponía acabar con el desconocimiento que existía entre los bachilleres de nuestra riqueza literaria.

───Venga, entrad con vuestros móviles en la página, que veo que los tenéis encima de las mesas desde la clase anterior. Pero mantened de momento los datos móviles apagados, seamos prudentes y resistamos la tentación.

─Los del I-E querían acertar varios pájaros de un tiro, profe.

───Os presento mi ejemplar de la edición impresa de 1936 del Romancero, el tomo XXV, la segunda edición republicana, para que lo hojeéis. Lo compré en una librería de segunda mano. Afortunadamente también está digitalizado y en línea, como los demás de la colección.

─Es muy majo, tiene ilustraciones y partituras.

───Y muchos blancos, para hacer la lectura agradable. Y por solo 4 pesetas.

─Eso es menos y na, ¿no?

───La Biblioteca Literaria del Estudiante que promovieron la JAE y el Instituto-Escuela constaba inicialmente de 30 volúmenes cuya publicación comenzó en 1922 con varios títulos, entre los que se contaron los dedicados a Galdós (selección por Margarita Mayo, tomo V) o Cervantes (tomos XXI y XXII), que fueron, por ejemplo, lecturas específicas de primero, tercero y cuarto curso de Bachillerato en el Instituto-Escuela. Esos volúmenes «están pulcramente impresos y llevan bellas ilustraciones», como habéis apreciado. Todos digitalizados y accesibles en la actualidad gracias al CSIC, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, heredero de la JAE.

El tomo XXIX iba a estar dedicado a Alfonso el Sabio, pero la marcha de Antonio G. Solalinde ─que era además el responsable de los «trabajos de organización» de la colección─ a una Universidad americana y las muchas ocupaciones del director de la colección, Menéndez Pidal, retrasaron su publicación. La colección fue un éxito y muchos de sus títulos se reeditaron durante la Segunda República, con el Instituto-Escuela consagrado ya como un modelo a imagen del cual se crearon otros institutos, y los volúmenes de la colección se utilizaron en otros ámbitos, como en las bibliotecas escolares que donaron las Misiones Pedagógicas, que incorporaban algunos de ellos y que, según los informes, gozaron del reconocimiento del público.

Los libros de la Biblioteca Literaria del Estudiante no sirvieron únicamente para formar a estudiantes españoles, pues además de ser utilizados en universidades de los Estados Unidos, como hemos visto, también en países iberoamericanos sirvieron en colegios e institutos para familiarizar al estudiante con las obras y los autores clásicos de la literatura hispánica.

(Pedrazuela, 2011, p. 556)

De la JAE al CSIC

La Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) creada en 1907 fue sustituida, tras la Guerra Civil española, en 1939, por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que reorganizó todas las instituciones anteriores para adaptarlas al nuevo régimen dictatorial, que dio paso tanto al calamitoso exilio exterior como al exilio interior al que fueron condenados muchos de los protagonistas del brillante episodio anterior de la Edad de Plata. Durante el franquismo se intenta recuperar la herencia anterior, pero vaciándola de los componentes laicos y liberales, y adaptándola al nacionalcatolicismo y la férrea censura, tras la depuración de maestros, literatos y científicos. Frente al europeísmo anterior, ahora se impone la autarquía y el españolismo rancio: la ciencia ha de ser «católica».

─¿Cómo puede la ciencia tener una religión específica?

─Un buen científico tiene que deslindar sus creencias personales, que son subjetivas, de sus tareas científicas, que son objetivas, o deben intentar serlo.

───El caso es que en 1946 se publica por fin Alfonso el Sabio, selección y notas de M. Cardenal de Iracheta, en Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Biblioteca Literaria del Estudiante, tomo XXIX, 247 p. Es una obra de formato de 19 cm, grande, como la que os he traído. El seleccionador de esta obra, Manuel Cardenal Iracheta (1898-1971) fue catedrático y director del Instituto de Bachillerato Cervantes de Madrid, aunque sufrió varios procesos judiciales durante el franquismo. Las ediciones de la BLE tenían unas solapas que explicaban su razón de ser y exponían la relación de títulos previstos. Aquí os muestro, comparadas, las de una edición republicana de 1936 y otra franquista de 1946: los antiguos editores han desaparecido, pero la filosofía se intenta mantener.

Comparación entre los textos programáticos de la colección Biblioteca Literaria del Estudiante, en solapas de títulos de 1936 y 1946.

Como se desprende de la comparación, a pesar de la censura y la autocensura, la fuerza de la idea original de la colección persiste, en la obra se descubre un Alfonso el Sabio puro y la lectura ofrece un buen reportaje sobre la mentalidad de la época, con sus luces y sombras, afinidades y grandes diferencias con nuestra época, y aunque no presenta de forma explícita una interpretación concreta sí recoge algunas de las polémicas que acompañan siempre al rey.

Comparación entre la relación de títulos de la colección Biblioteca Literaria del Estudiante, en solapas de títulos de 1936 y 1946, con errata y cambio de orden incluidos.

─Aparenta mayor continuidad de la que en realidad tiene, ¿no?

───La continuidad con el proyecto inicial viene en realidad por una ruta inesperada. Solalinde, el gran experto en Alfonso el Sabio había muerto en el exilio, pero su obra recopilatoria editada en 1922 en la editorial Jiménez-Fraud, la del que fue director de la Residencia de Estudiantes ─otro organismo dependiente de la JAE─, alcanzó muchas ediciones en la versión de la colección Austral, esta impresa que os muestro ahora: he aquí el famoso e imprescindible Alfonso de Solalinde con el que se formaron los filólogos españoles y los estudiantes universitarios y de bachillerato durante décadas. Yo mismo, por ejemplo. Es una edición de bolsillo, con la letra verdaderamente minúscula, para que cupieran en uno los dos volúmenes iniciales.

Solalinde, Antonio G. (1965). Antología de Alfonso X el Sabio. Madrid, Espasa-Calpe, Colección Austral, n.º 169, 5.ª edición, 263 p., 18 cm.

Este no está accesible en línea, pero la Biblioteca Digital Hispánica sí recoge la edición original de 1922. La web cooperativa ha reunido los dos volúmenes en un solo archivo PDF, para una consulta más fácil. Vamos a abrirlo y examinar la portada interior y los índices.

Alfonso X el Sabio, prólogo, selección y glosarios de Antonio G. Solalinde. Madrid, Jiménez-Fraud (Imp. Clásica Española), 1922, 2 vols., 275+233 p., 15 cm. BDH.

Como podéis ver, toca todos los palos de la obra del Rey Sabio e incluye al final documentos personales, «Una carta y dos testamentos», que son la fuente del texto con la maldición que leísteis en la clase de Lengua.

─Qué miedo me dio.

───No es para menos.

 

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2.2.3. Fuentes primarias, secundarias y terciarias

─Pero, profe, al final acabó reinando Sancho, el hijo desheredado, ¿no? El testamento no se aplicó.

───En efecto. Ese es otro de los muchos puntos complejos de interpretar de la época alfonsina. Fue y sigue siendo un rey polémico, aunque existen muchísimos testimonios sobre él y sus trabajos; pero el sesgo de la mirada sobre las evidencias cambia la interpretación. The Learned King, o The Wise, como dicen en inglés, o Alphonse le Sage o le Savant en francés, el Rey Sabio es una figura internacional que deslumbra tanto a los estudiosos como a los curiosos, y no siempre por sus bondades, como habéis ya comprobado. Os pongo un ejemplo, el Alfonso el Sabio de 1946 del CSIC insistía en un tópico, como podéis ver en este pie de ilustración: «Este es el Rey Sabio que dicen que perdió un Imperio por mirar las estrellas».

Lo tenéis en la página que mencioné antes de Alfonso el Sabio para bachilleres de la web cooperativa, Venga, abrid en los móviles la página web e id al apartado 3...

─No corras, profe, que nos perdemos. Ya, puedes seguir.

───El rey Alfonso vivió como gobernante una compleja serie de conflictos, internos y externos, guerras y levantamientos, cada vez más graves. Algunos le echan la culpa y le acusan de torpeza y negligencia, otros insisten en que esos avatares eran habituales en esos tiempos, antes y después de su reinado.

─Pero en que fue un sabio sí hay consenso, ¿no?

El rey faze un libro

───A medias: ¿quién fue el sabio, él o sus colaboradores? ¿Qué papel jugaba en realidad el rey en todos esos escritos, desde las Cantigas de Santa María, que son poesías y canciones, hasta los grandes libros de Historia, o de leyes, como Las Siete Partidas, o de temas científicos o de juegos? Escuchad este texto, sacado de la Grande e General Estoria:

El rey faze un libro, non por quel escriua con sus manos, mas por que compone las razones del, e las emienda, et yegua, e enderesça, e muestra la manera de como se deuen fazer, e desi escriue las qui el manda, pero dezimos por esta razon que el rey faze el libro. Otrossi quando dezimos: el rey faze un palacio o alguna obra, non es dicho por quelo el fiziesse con sus manos, mas por quel mando fazer e dio las cosas que fueron mester para ello.

─Parece que dirige, pero no escribe con sus manos.

─Pero también afirma que corrige, ¿eso significa «enmienda», no?, e indica cómo debe hacerse.

─¿Qué quiere decir «desi escriue las qui el manda»?

───Pues no está claro, quizás que 'de sí escribe', o sea, 'por sí mismo escribe' las que él manda. No sé si podrá significar que 'enumera las que quiere que se hagan'. Eso decía un profesor mío. Parece que el rey Alfonso se implicaba bastante y hacía mucho más que dirigir a distancia, pero no es fácil saber en cada caso su responsabilidad concreta.

─Es una risa esta prosa, profe: si yo escriuiera así...

───En cualquier caso, nos podemos preguntar: pero ¿de dónde sale esta cita ─u otra cualquiera─ y cómo podemos saber que es verdadera y fiable? Esta cita en concreto está en la página de Historias de la web cooperativa, que es un sitio donde abundan todo tipo de fuentes para poder conocer cómo fue la época alfonsina, pero en realidad el sitio no te dice cómo fue esa época: hay que descubrirlo por nosotros mismos. Es, en cierta medida, lo contrario a un libro de texto convencional, donde se exponen sobre todo interpretaciones masticadas que hay que aprender, pero no investigar.

─No daría tiempo, profe. a investigar, hay muchas asignaturas...

───Con los temarios actuales, claro que no. Corre que te corre, hay que ir directos a lo sabido.

─Ya, pero nosotros queremos, de vez en cuando al menos, aprender lo que no se sabe. Investigar incluso. ¿Podemos averiguar por nosotros mismos quién fue en realidad el Rey Sabio?

Editores, fuentes y autores

───Vamos a intentarlo, como homenaje en su cumpleaños. Que una cita aparezca en una web no es garantía de nada, cualquiera puede equivocarse, cualquiera puede falsear un texto. ¿Qué garantías ofrece lo que vemos o leemos? En primer lugar, debemos tener en cuenta el editor: ¿es un periódico digital reconocido, es una enciclopedia fiable, es un blog de una persona pública en quien se puede confiar? En segundo lugar, ¿se puede comprobar la información o la cita en este caso? Es fácil: la cita debe indicar la fuente, y esta, a ser posible, ser accesible en línea. Además, en tercer lugar, están los autores, originales o secundarios. Volvamos a nuestro ejemplo del siglo XIII, pero que como imagino que todos estáis pensando, vale para cualquier época. ¿De dónde sale la cita que vemos?

─La página recoge una imagen con un recorte del texto original y a su lado, su transcripción. Debajo se cita, como tú dices, la fuente.

─Indica que procede de la «General Estoria. Primera parte, Solalinde,1930, p. 477, BDH (las cursivas son de Solalinde)».

───Es una edición que publicó Solalinde ─su autor secundario, podríamos decir─, a quien conocemos, en 1930 y que está digitalizada en línea en la Biblioteca Digital Histórica (BDH) de la Biblioteca Nacional de España. En la parte inferior de la página cooperativa, podéis comprobarlo, hay un apartado amplio de Referencias, donde aparecen los datos completos de las fuentes bibliográficas que se utilizan en la página y se añade que fue una edición promovida por el Centro de Estudios Históricos y la JAE. Pulsad en el hiperenlace Edición facsímil en línea en Biblioteca Digital Hispánica. ¿Dónde saltamos entonces?

─A una ficha bibliográfica de la BDH, no está la obra en sí, o yo no la encuentro. Y por cierto que la página se ve fatal en el móvil.

───Sí, le falta el hervor del diseño web adaptativo. Creo que están en ello. Arriba a la izquierda está el enlace Ver Obra que conduce a su visualización, para consulta en línea o descarga local.

Para encontrar el texto debéis ir a la página 477 de la obra, que es la 595 de las paginación digital de las miniaturas de la izquierda. Con la pinza de los dedos se puede hacer zum y reconocer el párrafo con el texto de «el rey faze un libro»

─Profe, a mi no me deja hacer zum en la página, nunca me deja.

───Vete a Configuración del navegador > Accesibilidad > Forzar zoom.

─¿Tan fácil? Ya va, ya va.

Facsímiles impresos y digitales

───Como podéis ver, esto es un impreso del año 1930 digitalizado y puesto en línea recientemente, porque entre otras cosas, la obra de sus autores, el original y el secundario, el rey y el editor Solalinde, muerto en 1937, están en el dominio público. Como es una imagen idéntica formalmente al original se le denomina facsímil, en este caso digital, aunque podría existir también un facsímil impreso, si su soporte fuera en papel. ¿Sabéis en qué se basó Solalinde para editar este libro? En un manuscrito del siglo XIII, del taller real ─o cámara regia─, que custodia la Biblioteca Nacional de España. Es una suerte que lo tengamos, porque no se conservan muchos manuscritos alfonsinos originales, aunque sí copias antiguas, también manuscritas y en pergamino, códices, vamos. Los libros impresos en papel no existían todavía: faltan todavía dos siglos para la impresión con tipos móviles de Gutemberg.

─¿No fueron los árabes los que introdujeron el papel?

───Así es, procedente de China, pero en los tiempos alfonsinos era minoritario frente al pergamino de piel animal, o la vitela, un pergamino especialmente delicado, que era el mejor soporte para las obras ilustradas, como las del taller real. Fijaos que la ficha de la BDH muestra como autor a Alfonso X, Rey de Castilla. No hay muchos reyes que aparezcan en el catálogo de autoridades de las bibliotecas, pero este sí, felizmente. Pinchad en el enlace y comprobaréis que se le asocian nada menos que 60 obras en este momento. Ojo, todas ellas obras facsímiles digitalizadas en la BDH; que en Europeana, la Biblioteca Digital Europea, ascienden a 579. Las obras impresas no digitalizadas son incontables. Fijaos en el gráfico cronológico que se ve en la zona inferior del facetado.

─¿Qué es el facetado?

───El conjunto de los filtros de búsqueda que se pueden activar. Ahora muchos buscadores son así, con filtros y facetado. Probad los filtros y contadnos algunos resultados, luego volved a esta página.

─Si filtro por tipo de material me salen 44 manuscritos.

─Y 1 resultado de música manuscrita: las Cantigas, precisamente.

───Si observamos concretamente el filtro por año, veremos un gráfico de barras...

─Pues está claro que hay un pico grande de obras en los primeros tiempos.

───Pinchad en la primera columna, que cubre el siglo XIII hasta 1275.

─Aparecen solo tres obras: las Cantigas, General e grand estoria y Siete partidas.

───Ahí las tenéis, chicos y chicas: ¡los documentos históricos, las fuentes primarias en todo su esplendor, los códices del taller regio!, el origen de todo, los manuscritos originales, algunos de ellos, al menos. Pulsad en Ver Obra para darnos una idea de cómo era un manuscrito de esos; yo escojo hacer clic en la General Estoria, que es la Primera parte de ella en un códice del siglo XIII. ¿Quién es el o la valiente que se atreve a leer esa letra del siglo XIII al comienzo del manuscrito, en la miniatura 9? Hago la pinza sobre el detalle:

─«Aquí se comieza la general y...»

─«grade»

───«grande», la ene va en rallita arriba.

─«estoria que el muy noble Rey don alfón ─supongo que es Alfonso─, fijo del noble Rey don fernado ─supongo Fernando─...»

─«y de la Reyna doña...»

───«Beatriz mandó fazer. Prólogo. »

─No es tan difícil, una vez te das cuenta de que se comen letras, sobre todo las enes.

───No se las comen: las abrevian o señalan de una forma que ahora no se utiliza; así gastaban menos pergamino y escribían más rápido. Curiosamente la expresión más importante nos ha pasado desapercibida: ¡una que representa el gran triunfo del rey!: la eñe, la eñe tan española; la eñe de doña, de doña Beatriz, la eñe que el Rey Sabio decidió mandar escribir con esa virgulilla alta, la que hasta entonces era la doble ene y que se convirtió en una nueva letra, sonido que otras lenguas representan no con una sino con dos letras. La profe de Lengua ya os hablará de ello. Pues, Solalinde cogió este manuscrito, esta fuente primaria, lo estudió y lo editó comentado en un libro de imprenta, para disfrute de todos, ya que el manuscrito solo podía ser consultado por una minoría de estudiosos.

─Y ahora al ser un libro digital...

─Un libro facsímil digital: habla con propiedad, colega.

─Eso, hoc, hoc. Pues puede ser consultado por cualquiera, como hacemos ahora nosotros, los candidatos a bachilleres.

─En realidad hoy hemos visto dos facsímiles, el del manuscrito y el del impreso.

───Y aún hay otro más, que también hemos examinado, ¿os acordáis?, la antología que Solalinde publicó de los textos del Rey Sabio para el gran público en 1922, que luego fue reeditada muchas veces en Austral y con la que me dieron clase a mí. Las tres obras son fuentes primarias, aunque con diferente distancia al original. Una es fuente primaria pura ─el manuscrito alfonsino─, pero las otras dos...

─Las otras tienen mezcla de diversas épocas: una tiene ocho siglos y las otras solo uno.

─Y los tres facsímiles digitales son recientes, ¿no?, unos pocos años. De ya mismo.

Fuentes secundarias y terciarias

───Imaginad ahora la otra punta de la secuencia que une entre sí los distintos tipos de documentos informativos: la fuente secundaria o terciaria, los ensayos y las enciclopedias. Comencemos por la más conocida de estas últimas; imaginad o mejor, visitemos el artículo de la Wikipedia sobre la General estoria, donde informa sobre la obra con bastante detalle. ¿Es una fuente primaria como las otras ya que habla de esa obra del siglo XIII?

─Pues no, claro. Lo que importa es la fecha de la fuente y esa es actual, porque la Wikipedia se edita constantemente.

─No es solo la fecha, también es el contenido. La página actual podría incluir el texto original de la obra y entonces sería una fuente primaria.

───Eso es lo que hace Wikisource, un proyecto paralelo ─como sabéis, «source» se traduce por «fuente» ─, pero no Wikipedia, que es una enciclopedia colaborativa que entre sus políticas destaca el apartado Lo que Wikipedia no es, donde se afirma con rotundidad que «Wikipedia no es un espacio para publicar ideas originales» o, lo que es lo mismo, Wikipedia no es una fuente primaria. Por favor, id a ese enlace, abrid la página, que es muy completa, y leedla con atención pero no ahora, después de clase. De momento quedémonos con este texto:

Wikipedia es una enciclopedia. Como tal, su función no es actuar como un foro para el desarrollo del saber, sino recopilar y transmitir la suma del conocimiento acumulado y verificado en las distintas ramas de la actividad humana. Para garantizar su validez, la información que Wikipedia ofrece debe proceder de fuentes profesionales de reconocida seriedad. Los datos, conceptos, teorías o métodos que no cuenten con el respaldo de una publicación respetable, así como las interpretaciones o síntesis novedosas de los mismos, pueden ser sumamente valiosos como investigación original, pero Wikipedia no es el lugar para publicarlos o desarrollarlos, fundamentalmente porque no está diseñada para realizar la clase de revisiones y evaluaciones por las que el conocimiento científico debe pasar antes de ser publicado.

─Entendido: en Wikipedia nada debe ser original, todo debe ser copiado de otros.

─Aunque copiado en el buen sentido, no en el de plagio.

─Entonces, si no tiene contenido original no vale gran cosa: son todo copias.

───Pero ahí está precisamente su valor: que no es contenido original sino copiado pero fiable, eso es lo importante. La enciclopedias realizan el gigantesco trabajo de compilar, de recopilar, de reunir lo importante para que tú, nosotros, usuarios finales, las podamos consultar rápidamente, pero con las debidas garantías de seguridad.

─Así que deben de proceder de gente confiable, de fuentes fiables, que sean bien vetustas y venerables. Me ha salido una rima.

───Atención, que asoma charco mental a la vista:  fuente primaria viene de primera, de primera vez; luego algo puede ser reciente y ser también una fuente primaria. Por ejemplo, un estudio pionero sobre la pandemia y los jóvenes...

─Ya estamos con esa matraca de echarnos la culpa.

───...en el que queda de manifiesto el escaso papel que ha tenido la juventud en la propagación...

─Uf, lo siento, profe, me he adelantado. ¡Qué corte!

───Wikipedia es esencialmente una fuente terciaria, ya que recopila opiniones y datos que proceden de fuentes secundarias creadas y validadas por expertos que han manejado las fuentes primarias. La antología de Solalinde es...

─Una fuente secundaria que ofrece datos de fuentes primarias.

─Y la Wikipedia en su artículo sobre la General estoria recoge entre las fuentes la edición de Solalinde y otros muchos trabajos, pero no incluye textos de la propia obra alfonsina.

───Eso es: la Biblioteca Literaria del Estudiante es por su parte una colección de fuentes secundarias con muchos elementos de fuentes primarias, pero los editores, por supuesto, son los responsables de editarlas, transcribirlas y comentarlas.

 

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2.2.4. Antologías, biografías, ediciones facsímiles, estudios y sitios web

─¿Pero nos podemos fiar de que lo que recogen son las versiones correctas, no?

───Eso depende de si otras fuentes secundarias las mencionan y avalan su calidad. Pero lo mismo ocurre con las fuentes primarias. Recordemos un ejemplo que habéis visto en clase de Lengua: el Rey Sabio deshereda y maldice a su hijo, pero sin embargo fue el que reinó a continuación.¿Cómo se explica eso? Hay una fuente antigua que da una explicación. La tenéis transcrita en la página de Familias de la web cooperativa, en el epígrafe 6. El final del conflicto según la Crónica del rey Alfonso Décimo:

E cuando fué afincado [agravado] de la dolencia dijo ante todos que perdonaba al infante don Sancho, su fijo heredero, que lo ficiera con mancebía [por inexperiencia y juventud], é que perdonaba á todos los sus naturales de los reinos el yerro que ficieron contra él...

─Pues ya está: lo dice una fuente primaria válida.

───Lo dice una edición impresa de la Crónica publicada en 1875, en la, sí, prestigiosa, Biblioteca de Autores Españoles, pero a su vez basada en manuscritos elaborados en la época del bisnieto del Rey Sabio, Alfonso XI. Fue este rey quien encargó la redacción de la crónica de los reinados anteriores, pero a lo mejor cincuenta o sesenta años después de los acontecimientos.

─¿Puede haber sido un invento, entonces, para justificar... lo que sea?

───Eso parece. El Infante don Juan Manuel era de la familia real, de una rama lateral, pero rebatía la legalidad del linaje familiar que efectivamente había reinado, por eso...

─Por eso cuenta lo de la maldición en el lecho de muerte y el arrepentimiento del rey Sancho por sus pecados.

─Vaya sarao, y luego dicen de las series turcas de televisión.

───Os podéis imaginar que todo esto no es porque suceda solo en el siglo XIII, hoy día las noticias y la información saltan y recorren unos caminos por los que se transforman y se sesgan. Antes yo leía la prensa de papel. Ahora leo la digital, aunque también estoy suscrito a algunos canales de redes sociales de diversos periódicos y otros medios; pero además me llegan noticias rebotadas por mis amigos (o conocidos, o no), blogs, resultados de búsquedas en el navegador, mil tropezones publicitarios... ¿Cómo distinguir el grano de la paja? Una buena enciclopedia hace el gigantesco trabajo de compilar, de recopilar, de reunir lo importante para que tú, usuario final, lo puedas consultar rápidamente pero con la seguridad de que las fuentes son de fiar.

─Entonces, por ejemplo, una biografía de Alfonso X, ¿es una fuente terciaria o secundaria?

─Terciaria, si usa otras secundarias, como otras biografías u otros estudios.

─Y si usa también fuentes primarias, pues...

Referencias y recursos digitales

───Pues veo que lo habéis entendido estupendamente, dentro de la madeja que es todo esto. Por favor, saltad a la sección de Referencias generales de la web cooperativa. Observad que se inicia con un apartado dedicado a los Recursos digitales, al que ahora volveremos, que incluye un epígrafe de Diccionarios en línea, muy útiles para el castellano antiguo y para el actual no digamos. ¿Y luego?

─Luego viene la Bibliografía, con varios epígrafes: 1, para Antologías, como la de Solalinde; 2, para Biografías; 3, para Facsímiles...

───¿Observáis que casi todos los títulos tienen hiperenlaces, esas palabras en color rojo y subrayadas? Los editores de la web cooperativa han hecho un esfuerzo tremendo por encontrar y ofrecer fuentes digitales y las hay en abundancia, aunque algunas obras tienen el acceso restringido, como las que indican Edición facsímil en PDF para préstamo escolar digital, ya que como se explica más abajo:

Las obras digitales de la biblioteca escolar en préstamo no pueden ser difundidas y son para uso exclusivo restringido de los miembros de la comunidad educativa del Liceo Español Luis Buñuel.

─¿No tiene demasiado nivel esta web cooperativa?, nosotros solo somos bachilleres, no investigadores.

───Al contrario: un bachiller es en parte un investigador, que tiene que ser muy consciente de los problemas que plantean las fuentes, para no creer lo primero que vea escrito o confiar que si es un meme y circula será porque es verdadero.

─Nadie cree eso, profe. Los memes son bromas. No se toman en serio.

───Uy, las bromas. ¡Hay que ver cómo se reían los cortesanos de que el caballero había rajado los zapatos del humilde artesano! ¿De verdad es gracioso?

─Uf, profe, nos has chafado la risa.

─Caemos en el llanto.

───Es el referente, amigos. Cualquier información tiene un contexto y el propio sujeto tiene uno propio, el referente: su ropaje mental, su colección de gafas de sol con la que ve las cosas. Don Juan Manuel era un gran noble, que creía naturales sus privilegios. Ni siquiera los reyes podían estar por encima de ellos. Alfonso X lo intentó una y otra vez, primando las nuevas leyes generales sobre los usos locales y los fueros. Se encontró con rebeliones constantes en las que participaban los mismos a los que concedía una y otra vez privilegios, su propia familia incluso: su hijo Sancho se alió con ellos, quienes intentaron evitar de todas las maneras posibles que se reconciliaran...

─¿Pero lo hicieron al final, se reconciliaron?

───Yo no lo sé con seguridad, pero si tanto te interesa el tema podrías hacer una videopilula sobre ello.

─La haré, sí.

───Volvamos a la sección de Referencias generales y su epígrafes. Las antologías son recopilaciones de textos de fuentes primarias, en este caso textos alfonsinos: una manera excelente de acercarse al Rey Sabio sin intermediarios que te digan cómo hay que interpretarlo. Sin embargo, las biografías son como enciclopedias, fuentes terciarias que utilizan fuentes secundarias, investigaciones publicadas, para formar interpretaciones de la vida, como las del Rey Sabio que ofrecen Ballesteros, González, O'Callaghan, Pérez o Valdeón. Este último ganó el Premio Nacional de Historia de 2004 por esa obra.

─También está en la lista de biografías la obra Crónicas de los reyes de Castilla, desde Don Alfonso el Sabio hasta... ¿No es una fuente primaria pura?

───¿En qué edición?

─Ah, claro, en la de 1875-78, que mencionamos antes, editada por... Cayetano Rossell, y digitalizada por la Biblioteca de Castilla y León.

─Yo he pinchado en el enlace al PDF y la obra es un facsímil digital del impreso. El manuscrito original no está, claro, como ocurrió con la General estoria.

───Vamos a pinchar todos en el enlace principal a la obra, no al PDF.

─Lo que aparece es la ficha bibliográfica, el paso intermedio; luego hay que pulsar de nuevo para llegar al archivo con el facsímil.

───Pues mucha atención a este paso intermedio: parece a primera vista un incordio porque obliga a hacer otro clic para llegar a la obra en sí. Al contrario: los que se nos aparecen ¡son los metadatos, los metadatos!

─¿Y eso?

Datos y metadatos

───El facsímil son los datos; por otro lado, los metadatos reúnen la información que te ayuda a entender qué son los datos: pertenecen a un libro, editado originalmente en..., por el autor tal, digitalizado más tarde, almacenado en..., con tantas páginas... Los metadatos son las garantías que se ofrecen sobre los datos. ¡La fiabilidad! Normalmente son bibliotecarios y documentalistas los que completan esos datos en los catálogos de las bibliotecas y archivos, pero lo mismo ocurre o debería ocurrir con los medios de comunicación, tradicionales o modernos, la prensa o las redes sociales..., con sus editores respectivos. Una información suelta, sin sus metadatos ─qué medio la publica, dónde, cuándo...─ hay que ponerla en cuarentena. No se puede juzgar la fiabilidad y la calidad de un documento sin conocer sus metadatos, puede ser falso. En Internet es muy importante comprobar quién es el editor web, en qué página está colgado el original, para saber el grado de fiabilidad inicial que puede tener. Esa página, en el caso de que sea una biblioteca, añade al documento su ficha bibliográfica con los metadatos.

─¿Y ganan mucho los bibliotecarios? Me estoy pensando...

───Y desde luego, los trabajos académicos deben de ir siempre acompañados por su metadatos, aunque sean humildes ─o soberbios─ trabajos de bachilleres.

─Eso somos nosotros.

───Por eso, la web cooperativa suele ofrecer en las referencias tanto el enlace a los metadatos, con la ficha bibliográfica, como a los datos, en este caso al PDF, para que quien quiera compruebe los metadatos o salte directamente a los datos. Ese clic más hasta acceder al documento, merece la pena.

─Caray ─iba a decir carallo, como mi abuelo, pero no lo digo─ con las fuentes y referencias, se las traen.

───No quiero que penséis que todo esto de datos y metadatos son cosas de mayores o de expertos, en realidad son saberes muy necesarios para los navegantes de los océanos digitales, entre tormentas de datos, en los que la vuelta al mundo no lleva más que unos segundos, en vez de los 1.125 días de Juan Sebastián Elcano. Es como saber nadar, o no saber.

─Profe, en las referencias se cita también una edición digital reciente y corregida de la Crónica en la Biblioteca Saavedra Fajardo, cuyo autor fue Fernán Sánchez de Valladolid. De 2005.

───¿Y qué tal es?

─La ficha tiene un mogollón de metadatos y luego un enlace a la versión PDF. Voy a mirar..., sí, en la última página viene el texto del perdón a su hijo.

───Pues ya sabéis. Continuemos ahora con el siguiente epígrafe de las Referencias, que está dedicado a los facsímiles, de las Cantigas y de otras obras alfonsinas. ¡Ay, las Cantigas de Santa María, un monumento magnífico! Pronto volveremos en ellas, pero antes terminemos el repaso deteniéndonos un momento en el último epígrafe.

─Se titula Otras obras generales y monografías y son sobre todo fuentes secundarias.

───Se me había pasado detenernos en el portal de autor dedicado a Alfonso X el Sabio por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes: tenéis en enlace al principio entre los Recursos digitales. Lo dirige el profesor Bautista Pérez, de la Universidad de Salamanca. Tiene muchos materiales, muy variados, como la sección de Imágenes, o las dedicadas al Catálogo de sus obras o a bibliografía sobre el rey...

─¿Y son todas obras digitalizadas o las hay solo impresas?

───Es una biblioteca digital: contiene por tanto libros o artículos o imágenes nacidos digitales como digitalizados, pero todos accesibles, de ahí su importancia. Cada vez más, lo que no está disponible digitalmente y en línea se queda fuera de la circulación y es trabajoso de consultar y utilizar. Así es nuestro mundo.

─Claro, profe, tú sufres porque eres de otro mundo, el Paleolítico de papel, pero nosotros ya nacimos en este, aunque no sabemos desenvolvernos bien en él. Por eso tú te ganas un sueldo aprovechándote de nuestra ignorancia.

───Y bien que me lo gano, y lo disfruto, esculpiendo vuestros «celebros», como diría Cervantes. Estrujando, exprimiendo y sacando zumo...

─¿Y luego te lo bebes?

───Por supuesto: y lo comparto con la profesora de Lengua, cuando nos reunimos en secreto para beberlo, conspirar y planificar cómo podemos conseguir más zumo y no solo el normal en estos tiempos de noticias y creencias falsas.

─¿Antes no ocurrían, o qué?

Excomunión y entredicho

───Ya lo creo que ocurrían, aunque de otras formas. Al Rey Sabio, una figura intelectual gigantesca, que aspiró a ser Emperador, hijo de alemana, devoto de la Virgen María, emprendedor, visionario, interesado en las estrellas, se le sublevó el reino, sus hijos, el Papa no le quiso coronar emperador, aunque ante el desapoderamiento del rey decretó algo inaudito que poco a poco consiguió darle la vuelta a la situación. Dice el cronista Sánchez de Valladolid:

E otrosy hordenaron y que, por que el papa Martjno françes auja dado cartas en que descomulgaua et entredizia todos los reinos de Castilla et de Leon sy non obedesçiesen al rrey don Alfonso, mandaron que qual quier que estas cartas troxiese que le matasen con ellas et que non guardasen entredicho njnguno que el papa pusiese.

─¿Entredicho, profe?

───Entredicho, sí. Un historiador lo explica así:

La intervención directa de Martino IV en el conflicto se produce el 9 de agosto de 1.283. El Papa dictó en esa fecha una sentencia por la cual ─nada menos─ colocaba en entredicho a todo el Reino de Castilla hasta que volviera a la obediencia de Alfonso X. En consecuencia, se suprimirían todas las ceremonias religiosas públicas, no sonarían las campanas, deberían administrarse los sacramentos reservadamente, y se enterraría a los muertos de noche y sin ceremonia alguna. Y esta situación duraría hasta que Alfonso volviera a ser verdaderamente el Soberano de los castellanos.

Tenéis ambos textos en la página de Imperio de la web cooperativa.

─Me pido ese tema para la videopilula.

─Jo, yo también quería...

─Pues de eso, nada.

─¡Anda que sí!, como si no hubiera temas donde elegir. Parecéis críos.

───Esto que habláis me he recordado un artículo que se acaba de publicar en la web cooperativa. No es un material didáctico, es un artículo firmado por el profesor Luis Cañizal de la Fuente, que narra cómo era explicar a Alfonso X en clase de Lengua Española y Literatura hace treinta o cuarenta años. Cuenta la anécdota del que dijo ─solo había chicos entonces en el Instituto San Isidro─ que el rey Alfonso había escrito el famoso «Libro de ajedrez y las siete partidas».

─¿Y qué?, no le veo la gracia.

─¡Que Las Siete Partidas no son de ajedrez! Son las siete partes de las leyes, o algo así.

───Y el profesor Cañizal, que tiempo atrás me dio clase, describe también cómo llevaba un tocadiscos portátil y un disco de vinilo y les ponía a los estudiantes Cantigas de Santa María, exactamente la Cantiga 166, La curación de un tullido:

Se me creerá por la palabra si afirmo que siempre había algún alumno, o un par de ellos, que llevaban el ritmo con cabeza y hombros, y no irónicamente como sí sucedía en otras clases y ocasiones. Llevaban el ritmo. Y más cuando la audición era de otras cantigas de ritmo más vivo y en las que intervenían instrumentos de percusión.

─Profe, ¿ponemos una cantiga a ver cómo suena? Me han entrado ganas.

───Vale, pero primero os voy a poner algunos versos cantados por el propio profesor, que los incluye en su artículo. Para mí es maravilloso volver a oír su voz.

Fragmento cantado de la Cantiga de Santa María 166, por Luis Cañizal (0:44 min).

─Ya me he quedado con la melodía que se repite, es pegadiza. Tirorí, roríí, roriro...

───Mañana, más.

 

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2.3. En clase de Lengua e Historia del Arte: cantigas, leyes, ciencias y juegos. Un delirio

─Pero bueno, hoy ofrecen dos por uno. ¿Qué ocurre, que venís los dos a un tiempo?

──Sucede la coenseñanza, la codocencia: son nuevos tiempos, veremos si de dos en dos conseguimos más que por separado. O al menos algo diferente. ¿No lo habéis leído en la prensa? Mezclar asignaturas, la medida que llegó por la pandemia y va a quedarse en la escuela (Ignacio Zafra, El País, 22 de marzo de 2021).

2.3.1. La Cantiga 74: el pintor y el demonio

─Miedo nos dais. Te has vuelto a traer el rabel: ¿nos vas a tocar algo?

──En la Corte hablamos siempre de usted, y a la reina doña Violante, que soy yo, se la trata de Majestad.

─Arrea.

───Majestad, ¿queréis que iniciemos la clase de rabab ya o primero repasamos el texto de la cantiga?

──Comencemos por la cantiga, maestro trovador. ¿Cuál es la escogida para hoy?

───Os he traído la Cantiga LXXIV, que trata de «Como Santa María guareceu o pintor que o démo quiséra matar porque o pintava feo», que en romance castellano significa «Cómo Santa María protegió al pintor al que el demonio quería matar porque lo pintaba feo.»

──Alfonso siempre tan ingenioso.

───Los pintores acaban de terminar las figuras y por eso os he traído ─con el debido real permiso─, el cuaderno con el bifolio, simulando el códice, para que podáis admirarlo: es extraordinario.

Cantiga 74 en la web cooperativa.

──Qué excelente trabajo, juntar con delicada armonía la escritura de la música con la de los versos y hacerlo todo figurar en cuadros bien pintados que ilustren los episodios cantados. Así se puede disfrutar tanto de la lectura textual como de la visual. El rey esta vez se ha salido con la suya.

───Recordad, Majestad, el milagro que le sucedió cuando enfermo en Vitoria, a las puertas de la muerte, le llevaron, como pedía, el primer libro de las Cantigas de Santa María y bajo su efecto, sanó. Sé que su Majestad ha compuesto él mismo también una canción sobre ese episodio.

─Un momento, profe, que me he perdido: ¿el primer libro de las Cantigas, cuántos hay?

──¿Profe? Os dirigiréis a él como maestro trovador. ¿Maestro?, palia su ignorancia.

───El rey Alfonso fizo el primer libro con cien cantigas, para el canto en la Capilla Real, pero ahora quiere hacer libros historiados con cuatrocientas cantigas, trescientas más, que han de ir figuradas con los milagros. Este de aquí forma parte del primer códice historiado, con doscientas, pero hay otro haciéndose también en el escritorio real, con el resto de ellas. Y además hay haciéndose otro códice, el cuarto, que recogerá las cuatrocientas canciones en un solo volumen, con figuras de músicos e instrumentos, para servir de guía a la interpretación pública en la Capilla Real de la catedral de Sevilla, la antigua mezquita de los islámicos. Consultad la web cooperativa, la sección de Canciones, allí se explican las cuatro (tres) ediciones de las Cantigas.

─¿Pero en qué quedamos, ...maestro trovador, estamos en el siglo XXI o en el XIII?

───En ambos, ¿no lo habéis notado? Vamos, abrid los librillos de memoria esos que se han puesto de moda para leer y escribir en cualquier momento, con lucecitas y ruidillos, y visitad ahora la hoja de la Cantiga LXXIV, que quiero comentar las pinturas con los cuadros del milagro del pintor y el demonio. Mejor todavía, quiero mostraros una videopilula que hice ayer en el parque, tomando un té.

Videopíldora sobre la CSM 74, El pintor y el demonio, de Alfonso X el Sabio: web cooperativa 1221-2021.

Videopilula muda

──¿«Qu'est-ce que c'est une vidéo pilule», maestro trovador?

───Muy graciosa, Majestad.

─¿Podemos comentarla sin que os enfadéis, maestro?

───Adelante.

─Pues os ha quedado un poco regulín: se oyen los ruidos ambientales del parque.

─Aunque solo al principio, porque la voz del narrador desaparece enseguida; en su lugar se escucha de fondo la música de la cantiga del vídeo de YouTube. ¿Lo habéis hecho adrede?

─Pues a mí ese efecto me gusta, que sean las imágenes que describen la página web las que hablen: como se detienen en algunas partes con texto, se puede leer en ellas entretanto.

─Me parece que se puede concluir que no es imprescindible la voz del narrador, basta con que este vaya indicando las imágenes o textos de interés y se detenga en ellos.

─Pero el efecto inicial ese de la frase que aparece sobreimpresa «Videopíldora sobre» es un poco cutre y dura demasiado. Debéis esforzaros más, maestro, con el instrumento.

──Tenéis mucha razón. Es que después de grabarlo de un tirón, probé a editar el vídeo con YouCut y me quedó regular, o regulín. Agradezco mucho los comentarios, señores y señoras escolares: la próxima pilula saldrá mejor, sobre todo las vuestras. El error es la madre de la sabiduría. El error es indicador de progreso y de iniciativa.

─Maestro, nos conmueve vuestra acogida cariñosa a nuestras justificadas críticas. ¿Podemos hablar ahora del demonio? ¿Qué pitorreo es ese de que lo pintaba feo?

──¿Pitorreo? Hablad en romance y no en algarabía, que estamos en la Corte.

─Disculpad, Majestad.

Prosa narrativa y viñetas

───Observad el texto de la cabecera de la viñeta con la miniatura, no es verso, es prosa, prosa narrativa y descriptiva: en el primer cuadro se escribe, lo traduzco, «Cómo un pintor pintaba la imagen de Santa María muy hermosa y la del demonio muy fea» y en el segundo, este: «Cómo el demonio se le apareció al pintor y le amenazó de muy mala manera porque le pintaba feo», que en el gallego original era «Como o demo pareceu a o pintor e meaço-o muy mal per que o pintava feo.»

─El gallego se entiende bastante bien.

─En la página de la web cooperativa viene el resto de los textos. ¿Los leemos?

3. Como o pintor pintava huna omagen de Santa Maria ençima d’una bovada [bóveda].

4. Como o demo derribou o andamio a o pintor e el ficou [dejó] colgado do pinzel.

5. Como a gente veno a o roydo e viron fugir [huir] o demo e o pintor estar colgado.

6. Como toda a gente deu loor a Santa Maria por este miragre que fez.

─Mi abuela gallega cita mucho a «o demo». Se ve que el susodicho lleva bastante tiempo incordiando a la gente.

─Me gusta el efecto visual de los andamios que se derrumban y el pintor colgado de la bóveda por el pincel. ¿El rey se habrá carcajeado, no?

──¿Otra vez en algarabía? Hablad con respeto.

─Divertido, reído, alegrado, gozado, desternillado...

───Las Cantigas Historiadas conservan en conjunto más de 2.800 escenas miniadas, una colección apabullante. «Et fizolas otrossi figurar», «Y las hizo además ilustrar con imágenes», como se dice en alguno de los muchos libros patrocinados por el rey.

──Maestro, contadle a estos cortesanos cómo trabaja el taller real.

Las hojas sueltas habían ido pasando de unos a otros; los varios miniaturistas habían ido cubriendo la labor según un plan trazado. Tras de ser planeada la miniatura por el maestro, los menos calificados habían empezado a trabajar en obra de menor responsabilidad: la parte decorativa; luego vinieron los que colorearon los fondos de arquitectura y luego el paisaje; después los que miniaron la parte vestida de las figuras, y, por último, el maestro acabó la obra pintando las caras y las manos.

───Así lo describe el maestro Gonzalo Menéndez Pidal (1962, p. 37-38), como recoge la web cooperativa cuando trata del trabajo seriado de las Cantigas. Id, id con vuestros librillos de memoria y capturad lo que os llame la atención, que acaso os pueda valer más adelante para vuestra videopíldora.

─El carrusel de miniaturas inacabadas impresiona. Qué pena.

─Yo he abierto el PDF con el Códice de Florencia, que pesa bastante: las líneas están trazadas, el pautado, pero no se han dibujado las notas en las partituras. Está la letra, pero sin la música. ¿Era lo último que se ponía?

Librillos de memoria

─Maestro, ¿qué es eso del librillo de memoria?

───¿El librillo de memoria de Cardenio? Una referencia que hace Cervantes a unos cuadernos que todo viajero llevaba entonces en su faltriquera ─bolsillo, diríamos hoy─ y que permitía escribir, borrar y volver a escribir gracias a unas hojas embetunadas.

—Todo irá inserto —dijo don Quijote—; y sería bueno, ya que no hay papel, que la escribiésemos, como hacían los antiguos, en hojas de árboles o en unas tablitas de cera, aunque tan dificultoso será hallarse eso ahora como el papel. Mas ya me ha venido a la memoria dónde será bien, y aún más que bien, escribilla, que es en el librillo de memoria que fue de Cardenio, y tú tendrás cuidado de hacerla trasladar en papel, de buena letra, en el primer lugar que hallares donde haya maestro de escuela de muchachos, o, si no, cualquiera sacristán te la trasladará; y no se la des a trasladar a ningún escribano, que hacen letra procesada, que no la entenderá Satanás.

(Quijote, I, XXV)

Hoy, esos librillos son los móviles. Si queréis saber más, consultad el apartado Don Quijote, escritor andante en El lector móvil.

 

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2.3.2. Canción y devoción

───Escuchad atentamente a la reina doña Violante, la hija del rey de Aragón, la que sacó al mismo rey de muchos apuros. La que negoció en su nombre con el rey de Granada, con quién se había aliado la nobleza levantisca castellana, y lo ha apoyado hasta en su más difíciles proyectos.

──Yo siento, como el rey, gran devoción por la Virgen, madre que nos guía y hacedora de grandes milagros, a quien agrada el canto bello y la rima bien trabada. Y bien trovada. Y sé bien que el rey es intermediario ante la Virgen, como ella lo es ante Dios, y gusta de componer él mismo los versos y la música o los encarga o los toma prestados de muchos sitios. Ha reunido una espléndida colección de libros, le he visto con los traductores estudiando manuscritos árabes miniados, o hebreos, francos o italianos y cualquier trovador de renombre tiene en la Corte su casa.

───Las malas lenguas dicen que eso conlleva demasiado gasto, Las propias Cortes han pedido al rey que se contengan esos dispendios.

──¿Contener el rey Alfonso los gastos? ¡Pero si quiere ser Emperador! No le queda más remedio que gastar y gastar, untar y untar a unos y otyros. Podría componer una canción sobre ello, se lo sugeriré.

─Majestad, ¿porqué las Cantigas están en gallego? ¿No es el propio rey gran devoto de la lengua romance castellana?

──El rey conoció de niño el Valle de la Rabeda, en Ourense, y aprendió allí la lengua deliciosa que se habla en Galicia y en el vecino reino de Portugal. Son muchos los juglares y trovadores que se sirven de ella, por su musicalidad, su dulzura, su concisión. Y el rey es en cierta medida también un trovador. Aquella zona es preciosa. En Allariz hay un convento de monjas de Santa Clara y allí pienso donar cuando muera la Virgen que se abre, Virxe Abrideira, de mi capilla personal. Vedla con vuestros librillos de memoria, ved cómo muestra la Encarnación y sus gozos. Está hecha de marfil, a partir de un colmillo de elefante.

───Señora, ¡protesto!, han vuelto a tocar la imagen: ¡que manía la de quitar la policromía y dejar las imágenes sin color!

──Mandaré que la vuelvan a pintar. Dejemos eso y volvamos al rabel y la poesía en gallego. Estoy ansiosa por aprender el estribillo de la canción.

Versos, estribillo y estrofas, y melodía

───Para ello, señoras y señores, podéis visitar, como yo, la página de la Cantiga 74 en el sitio Cantigas de Santa Maria for Singers. Los de otros reinos del Orbe también están muy interesados en ellas. Dice así el estribillo:

A quien Santa María quiere defender

no puede el demonio ningún mal hacer.

que en gallego se canta:

Quen Santa María quisér defender,

non lle pód' o démo nïún mal fazer.

──Maestro, la melodía, la melodía.

───Está en la pestaña dedicada a la música. Habréis de tumbar los librillos, para ver las notas, que se muestran normalizadas, pero también podéis escoger la notación mensural original o la redonda.

El esquema rítmico es AA | bbba, que es el del zéjel, canción en árabe hispano. Hay un botón para ir avanzando por las estrofas mientras se mantiene encima el estribillo que se repite. Para practicar, podéis usar los librillos y disfrutar de la interpretación que hace Ensemble Discantus, en un vídeo de YouTube que muestra simultáneamente la letra y las miniaturas.

──Pues no se puede ofrecer más. Venga, maestro, devolved el códice al taller real en cuanto hayamos cantado. Yo seré la voz principal y vosotros el coro. Tú maestro, tocarás el rabab.

─¿Y no podría ser yo? La guitarra eléctrica se me da bastante bien, sobre todo la rítmica.

 

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2.3.3. Las Siete Partidas, el libro de las leyes

─Maestro, ahora que hacemos un descanso, ¿puedo preguntaros qué os habéis hecho en el pelo? Estáis distinto.

──Se llama copete, la moda de chico del siglo XIII. ¿No os habéis fijado en ello en las miniaturas? Y los moros llevan turbante, y algunos señores cristianos de mayor rango, capiello, un sombrero. Unos van siempre barbados y los otros lampiños, afeitados. Comprobadlo en la Cantiga 169 de la web cooperativa, os pongo el enlace porque todavía no está terminada la página, la reina y yo estamos trabajando en ella.

─En esta imagen precisamente no se ve ningún copete.

──Ya, ya, pues visitad la página de Instrumentos: entre los músicos de las miniaturas aparecen unos cuantos, y la variedad de peinados es sorprendente. O en las miniaturas de las Cantigas, allí proliferan los copetes.

─Anda, hay un vídeo sobre cómo suena el rabel o rabab. ¿Lo podemos oír un momento, Majestad?

─...Suena a música oriental, no solo el timbre del instrumento, también la melodía de la cantiga. Lógico, ¿no? España era entonces una mezcla de culturas, como lo es hoy.

─Y de lenguas: latín, castellano, catalán, galaico-portugués.

──Hebreo, árabe, griego, francés, inglés, italiano, persa...

─En otro vídeo se ve cómo se reconstruyen esos instrumentos antiguos: lo hace el maestro violero, o luthier.

───Es una lástima que de momento ni el Códice los Músicos, con los instrumentos, ni el Códice Rico, con las cantigas miniadas, estén accesibles en línea en versión oficial, para que los podáis disfrutar y estudiar por vosotros mismos. Vosotros, y todos. Los códices se custodian en la Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial, que según noticias recientes, va a inaugurar pronto una biblioteca virtual que empezará precisamente con esas importantísimas obras.

──Pues ojalá ─«del ár. hisp. law šá lláh 'si Dios quiere'»─ sea pronto, que Alfonso está impaciente porque todo el mundo pueda disfrutar de sus libros de Santa María, que en realidad son la obra de su vida, porque comenzó con ella desde muy joven y con lo ambicioso del plan de historiarlos no sé si le dará tiempo a culminarla.

─¿Ese de la izquierda es el rey tocando un rabel, como el que tenéis vos, Majestad?

───Alfonso siempre es exquisito con sus cosas. ¿Sabéis que también colecciona instrumentos? No es que los use todos en las Cantigas, pero le gusta enseñarlos, de ahí la serie de miniaturas mostrándolos: la ostentación siempre es importante para un rey, pero sobre todo si además quiere ser Emperador.

Fecho del Imperio

──Y mira que tiene empeño en ello, pero el Papa de momento no se decide a coronarlo, aunque ha sido elegido Rey de Romanos por cuatro de los siete electores. El caso es que la corona imperial sigue vacante. La madre del rey, doña Beatriz de Suabia, era alemana y prima del último Emperador, Federico II Stupor Mundi, el asombro del mundo, con cuya titánica figura Alfonso quiere medirse en el fondo.

───Esa aspiración imperial, el llamado Fecho del Imperio, exige cuantiosos gastos.

─Profe..., maestro..., Majestad..., perdonad, es que me estoy emparanoiando con tanto...

──¿Cómo habéis dicho? Repetid el gerundio que habéis usado.

─A ver, «emparanoiando» es entrar en bucle con alguna historia, caer en la paranoia, obsesionarse con algo. «Emparanoiándose» es súper híper mega normal decirlo.

───Ya. Maestro trovador, anotad el verbo, «emparanoiarse», que se lo hemos de mostrar el rey, por si quiere incorporarlo a los textos en la próxima revisión del libro de las leyes. Está también muy afaenado con eso ahora, los disgustos los combate trabajando en sus libros.

──Las Siete Partidas muestran lo amplio de la visión del mundo que tiene el rey: es un compendio de costumbres y reglas que habrán de servir a los jueces, incluido el propio rey, como referencia para sus juicios. Ocupa siete libros o partidas, sobre temas muy diversos, la realidad es que sobre todo lo imaginable: es una auténtica enciclopedia de la vida en esta época. Eso he oído, al menos, aunque no sé qué es una enciclopedia, la palabra todavía no se ha inventado, me parece.

───Conste que hay mucha gente, los poderosos señores ricos homes, sobre todo, a la que no gusta esta normativa nueva, sacada del derecho romano, que dicen va contra los fueros y las costumbres consagradas, que su efecto será destruir el reino, romper España diríamos hoy; como el principio, extraño a la tradición castellana, de que si muere el heredero y tiene hijos, serán estos últimos los despositarios de los derechos reales y no el hermano siguiente del difunto, como está establecido.

──Las Cortes no han aprobado las nuevas leyes para uso general y dudo que lo hagan, tal y como están las cosas. Pero Alfonso no se rinde.

───Pero el rey demuestra con ellas una gran visión: elimina los localismos porque acaso desea crear una normas que valgan para cualquier súbdito en ese Imperio al que aspira, unas mismas normas para todos.

Estorias y sabidores

──Sin duda tenéis razón en eso: también el rey ha dejado de lado la Estoria de Espanna y está trabajando en una Grande e general Estoria, una historia del mundo, desde la creación hasta hoy. ¿Os acordáis que el otro día leímos el comienzo del manuscrito? Y manda buscar libros, los compra, los pide prestados, los copia y no sé si los roba también. Y tiene a sus maestros trabajando recopilando y traduciendo del árabe, del griego, del latín... Y haciendo copias al estilo islámico, con uno que dicta y varios que copian. Así, se multiplican los ejemplares. Uy, el latín, no quiere oír hablar de documentos oficiales en latín, todo ha de ser en lengua romance, en castellano: las leyes, las historias, los contratos... Como escribió el historiador Juan de Mariana y recoge la web cooperativa en Lengua

Fue el primero de los reyes de España, que mandó que las cartas de ventas y contratos, y instrumentos, todos se celebrasen en lengua Española, con deseo que aquella lengua, que era grosera, se puliese y enriqueciese.

─Majestad, y debajo hay un texto de don Juan Manuel, quien escribe:

Et tanto cobdició que los de los sus regnos fuesen muy sabidores, que fizo trasladar en este lenguaje de Castiella todas las sciencias, tambien de teología, commo la lógica et todas las siete artes liberales, commo toda la arte que dicen mecánica.

─Y luego se extiende sobre las traducciones del árabe y el hebreo:

Otrosí, fizo trasladar toda la secta de los moros, porque paresciese por ella los errores en que Mahomad, el su falso Profeta, les puso, et en que ellos están hoy en dia. Otrosí, fizo trasladar toda ley de los judíos, et aun el su Talmud, et otra sciencia que hán los judíos muy escondida á que llaman cábala.

──Ay, Alfonso, ¡en qué líos te metes, pudiendo vivir tan tranquilo! Querer hacer muy sabidores a los de tus reinos. Habráse visto.

─Majestad, Majestad, no os quejéis del rey, que tiene mucho mérito su intento. Hoy lo sabemos bien.

──Será en vuestro hoy, que en mi hoy, su hoy, la cosa se está poniendo fea, muy fea para el rey. Yo misma tendré que ponerme en su contra si sigue así. En fin, yo le apoyo, pero no en todo. Las Partidas, sin embargo, me parecen de perlas, me divierto mucho leyéndolas. Maestro, mostradles los textos.

───Como digáis. Abrid los librillos de memoria e id a la sección de Leyes. Observad al rey autor, dictando a los escribanos. Es una miniatura del códice original de la Primera Partida, que se custodia en la British Library de Londres, ─no me explico porqué─, que afortunadamente da acceso en línea a imágenes facsímiles de algunas de las hojas de pergamino.

──¿Recordáis al maestro Solalinde? Decía:

Claro que no atribuimos sólo a Alfonso X este magno esfuerzo. Supo congregar a su alrededor a todos los sabios de su país, y constituyó en sus palacios una verdadera academia, en la que judíos y mahometanos conversaban con los cristianos —frailes, sacerdotes o seglares—. Así nos los presentan, en amigable convivencia, las miniaturas de los Códices reales.

───En cuanto a las leyes, primero fue el Fuero Real, que se concedía a ciertas ciudades, luego el Espéculo ─llamado también Espejo de leyes─ que ya pretendía la unificación jurídica del reino, y por fin el Libro de las Leyes, luego llamado las Siete Partidas, un monumento jurídico de miles de hojas, dividido siete libros o partes, luego en 182 títulos, y estos en 2.683 leyes.

Catando las leyes de las Partidas

──Venga, maestro, mostrad a los presentes los textos de las Partidas, que quiero que lean y cotejen alguno de los numerosos y variados asuntos de los que se ocupan. Por ejemplo, el besamanos que un vasallo debe a su señor, y muy especialmente el rey.

───Excelente idea, Majestad. Saltad con los librillos al epígrafe Una enciclopedia de costumbres: el besamanos del vasallo a su señor.

─He hecho un recorte de pantalladel librillo con el detalle del gesto del beso en la mano, incluso a caballo. Kimono ─qué mono─ el rey con su sombrero de ala ancha para protegerse del sol. Lo guardo para la pilula, que ya va tomando forma en mi mente.

──Hacéis bien. Continuad.

───Algo más arriba en la misma página de Leyes hay un apartado dedicado a Las Siete Partidas, con una selección de textos sobre Vasallaje y feudalismo, muy interesantes para un primer acercamiento.

─Mientras leo el texto sobre lo que deben los vasallos a los señores he pensado en los nobles que se rebelaron contra el rey a pesar de ser vasallos suyos.

Debdos muy grandes son los que han los vasallos con sus señores; ca débenlos amar, et honrar, et guardar et adelantar su pro, et desviarles su daño en todas las maneras que podieren, et débenlos servir bien et lealmiente por el bienfecho que dellos reciben

───Es que tienes que seguir leyendo, que luego van los deberes del señor con los vasallos.

Otrosí decimos que el señor debe amar, et honrar et guardar sus vasallos, et facerles bien et merced, et desviarlos de daño et de deshonra: et quando estos debdos son bien guardados, face cada uno lo que debe, et cresce et dura el amor verdadero entre ellos.

─Pues no sé yo...

──Recordad siempre: si podéis, id a beber a la fuente misma, donde el agua es más pura. Unos dicen unas cosas y otros otras, dan mil explicaciones o ninguna, cada cual berrea lo que le conviene a sus intereses. Bebed, pero en la fuente.

───Lo que de verdad quiere su Majestad es que podáis recorrer a vuestro antojo el Libro de las Leyes y escojáis algún asunto sobre el que más adelante hacer un comentario en, ¿cómo lo habéis llamado en la lengua franca, videopilulé?

──¡Qué manía tiene el maestro de decir él lo que yo quiero! ¿Que soy una reina y tengo voz propia! ¡Estos hombres, señores o vasallos, qué pesados! Hala, que lo que gusto es que vayáis al epígrafe Índices de los Libros, Títulos y Leyes de Las Siete Partidas y busquéis referencias a la vida cotidiana: clérigos, diezmos, peregrinos, emperadores, reyes, pueblo, caballeros, guerra, justicia, jueces, abogados, escribanos, matrimonios, casamientos, fijos (hijos), criados, siervos, libertad, vasallos, feudos, mercaderes, testamentos, treguas, robos, engaños, agoreros, moros, judíos, herejes, tormentos, perdones... Hay para todos.

─Ya vemos, Majestad, que os estáis inspirando en las actividades sugeridas en la página.

──Claro, como que las he propuesto yo. En estos tiempos de comercio y ferias, trashumancia del ganado, Cruzadas, Camino de Santiago y construcción de catedrales en las ciudades es sencillo y seguro enviar y recibir mensajes. Además están los viajes en barco, más rápidos en ocasiones. Mantengo buenas relaciones con muchas ciudades del mundo, donde tengo parientes y amigos, como en París.

───Vuestro talento es muy apreciado y también el del rey. Y lo será más todavía en las épocas futuras, cuando se dé orden de recopilar la obra del rey Alfonso y la Real Academia de la Historia (RAH) acometa la publicación impresa de sus libros, debidamente actualizados, y aprobados de nuevo por Real Orden; eso sí, tal cosa sucederá dentro de varios siglos, cuando sus leyes lleven vigentes otros tantos en toda la Monarquía Hispánica, América incluida. Un triunfo completo, aunque póstumo.

─¿Cómo es eso, maestro?

───El rey Alfonso XI, su bisnieto, fue el que consiguió convertir las Partidas en legislación vigente por aprobación de las Cortes, en el Ordenamiento de Alcalá de 1348. Y fue con Carlos IV, en 1807, cuando la RAH imprimió las Partidas en tres volúmenes, que tenéis digitalizados en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, con sus índices, para una navegación ágil y rápida: alimento para bachilleres en ciernes.

──Hoc. Eso. Quiero mostraros en primer lugar lo que el rey ha querido decir sobre la educación. Está en la Partida Segunda. Título XXXI. De los estudios en que se aprenden los saberes, et de los maestros et de los escolares. Tiene leyes sustanciosas, como la Ley I. Qué cosa es estudio, et quántas maneras son dél, et por cuyo mandado debe seer fecho. Léeles algo de ella, maestro.

O la Ley IV. En qué manera deben los maestros mostrar los haberes a los escolares. O también la Ley VIII. Qué honras deben haber los maestros, et señaladamente los de las leyes. En fin.

─Hay que tener una vista de lince para leer esta letra en el librillo vertical, pero siempre se puede tumbar...

─Me pido este tema para mi pilula.

───Tenéis que saber que el rey ha ido muy lejos en esta materia, ha fundado varios Estudios generales, como los que se mencionan en el texto anterior, que en el futuro se llamarán universidades: focos de conocimiento y de enseñanza de los nuevos saberes en las ciudades. Estos se corresponden con las siete ─siete, como las Partidas─, artes liberales, que se oponen a las artes serviles de los oficios y trabajos manuales.

──¿Y qué me decís de la materia de la Partida Quarta. Título XVII. Del poder que han los padres sobre los fijos, de qual natura quier que sean?

─Esa para mí.

─No, para mí, que lo he pensado antes.

───¡Basta!, ahí hay mucha tela para cortar: podéis ocuparon de ella los dos y luego ya compararemos los enfoques.

──Alguien, no cualquiera, alguien de sensibilidad especial podría dedicarse al estudio del Amor, amistad, bienquerencia y concordia en la Partida Quarta. Es probable que estas ideas tomadas de Aristóteles, a quien Alfonso considera el mayor Sabio de todos, y recogidas de fuentes islámicas y Averroes, cambien la forma en que las gentes entienden el amor y la amistad.

─Pues yo misma, Majestad.

 

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2.3.4. Ciencias y juegos

───¿Notáis ya la diferencia entre saber algo por una fuente primaria o por una secundaria o por una terciaria?

─Claro, maestro, una vez dadas vuestras explicaciones, para nosotros está chupado. No hace falta que las repitáis. Están grabadas a sangre.

──Súper híper mega normal, maestro, como dicen los escolares cortesanos. Sigamos, pero sin emparanoiarnos.

───Al rey le gustarán estas palabras nuevas. ¡Que venga un escribano y tome buena pluma de ellas!

─¿Tomar pluma? Estamos que lo tiramos, maestro.

────¿Se puede? Con su permiso, Majestad, os beso la mano.

Cielos, tablas y cifras

──Ah, el maestro de Aritmética y Cielos. Os esperábamos para la ronda de coenseñanza.

────Pues aquí estoy y os traigo un objeto muy precioso para el rey, que ha mandado figurar en su Libro del saber de Astrología, aunque en verdad es de Astronomía, o no, ya no sé, en esta época no están diferenciadas. Es un astrolabio, con su red, como el de la web cooperativa.

─Me voy a hacer un colgante así con mi smartwatch. ¿Y para qué sirve?

────Para hacer mediciones celestes con precisión y elaborar calendarios y predicciones: un instrumento imprescindible, tomado de los islámicos, que están obsesionados con la geografía y la dirección de La Meca. El libro explica cómo construirlo y utilizarlo. Resulta que el rey Alfonso mandó hacer mediciones de la posición y movimiento de las estrellas fijas y móviles ─los planetas─, en Toledo y crear una nuevas tablas, que en su honor se han llamado tablas alfonsinas. No hay nada tan preciso en el mundo. Servirán durante siglos. En la tierra y también en el mar, para la navegación. Pero hay quien haciendo un chiste fácil ha dicho:

de tanto mirar al Cielo

se le cayó la corona.

───Sí, el rey está siempre rodeado de polémicas, normalmente interesadas en subrayar algún rasgo negativo: que si era un rey débil, o ambicioso, ostentoso, perezoso, loco y leproso... Y hay argumentos para sostener esas opiniones. Dice un historiador que emitió diversos juicios en una época a medio camino entre la del Rey Sabio y la actual (Mariana, 1601, I, p. 873):

Don Alonfo, rey de Castilla, era persona de alto ingenio, pero poco recatado, sus orejas soberbias, su lengua desenfrenada: más a propósito para las letras, que para el gobierno de los vasallos. Contemplaba el cielo, y miraba las estrellas. Mas en el entretanto perdió la tierra y el reino.

─¿Fue un rey estrella o un rey estrellado, maestro?

──Una maldad grande que trajeron los tiempos es cuando se acusó al rey de blasfemo, porque dicen que dijo que si hubiera estado en la Creación del mundo y los astros, él lo hubiera hecho de otra manera. ¿Era soberbia eso?

────Oh, no, Majestad, no lo creo. El comentario del rey se refería a las mediciones celestes, que aunque exactas y realizadas por grandes sabios judíos en Toledo, no tenían mucho sentido; eran súper híper mega complejas. Y tenía razón, todavía no se había recuperado la visión geocéntrica, sino que regía la ptolemaica que imaginaba a la Tierra en el centro y todo lo demás girando alrededor, el Sol, los planetas y las estrellas en esferas perfectas.

─Pues ni esferas, ni la Tierra como centro, ni nada. Todo estaba equivocado.

────Menos las mediciones, que eran muy precisas.

─Pues eso. Hoc, hoc, como dice la reina.

──¿Comprendéis las diferencias existentes entre el relato y la narración, y las evidencias? El Rey Sabio se presta a construir muy diversos relatos, pero deben estar sustentados en evidencias. Cuando los historiadores no las encuentran hay que poner los relatos en cuestión entre interrogantes: entonces y ahora. ¿Cómo conocemos la Historia? ¿Cómo sabemos qué dijo el Rey Sabio? Por los escritos que se nos han conservado. Hemos ido conociendo unos cuantos. Muchos de esos escritos son de asuntos formales, como leyes, normas, recopilaciones históricas o científicas pero, ¿dónde se encuentran esos escritos? ¿Podemos acceder directamente a ellos? En aquella época no había impresos solo manuscritos: los códices, que son tan preciosos que ahora se custodian en archivos y en bibliotecas y si hay suerte se abren al acceso público digital, como hemos venido viendo.

────En fin, Majestad, debo dejaros y continuar la ronda, pero antes una última cosa, un regalo extraordinario que ha hecho el rey: consagró las cifras indoarábigas, que eran desconocidas en los reinos cristianos. Mandó utilizarlas en las tablas astronómicas y reservó las cifras romanas para otros escritos, como las Partidas. Podéis comprobarlo en este manuscrito figurado en la web cooperativa, que custodia la Biblioteca Nacional.

Si no habéis probado nunca a multiplicar o dividir con numeración romana, no os aconsejo que lo hagáis...

──Sí, ya sé, maestro de Aritmética, es súper mega híper...

─Flipante.

──Hoc. Adiós, que pase el siguiente.

────Hola, Majestad, os beso la mano.

Piedras de cielo y tierra, ajedrez y juegos

──Vaya, el maestro de Sciencias y Piedras. ¿Vos sois el que ha estado trabajando con el rey Alfonso en el Lapidario, ¿no?, ¿el libro ese sobre piedras?

────Así, es, y aquí lo traigo, para puedan verlo todos antes de devolverlo al taller para seguir con él. Pero no son solo piedras, también tiene el Libro de las imágenes y de las formas que son en los cielos. Mirad qué hermosa miniatura en el interior de la letra capital del inicio del manuscrito:

─Parece el rey enseñando a la reina y a otros...

─¡Pero qué dices, desgraciado!, ese ─o esa─ es un cortesano que le sostiene el libro.

─Dice que quiere que su libro «sea más paladino y se pueda mejor entender...»

─Lo de siempre, que lo quiso hacer en romance, en castellano.

─Y hacerlo figurar, ilustrarlo, está más que comprobado y sabido. Quería ser un influencer de los grandes.

─Y lo fue. Súper mega híper influencer.

─¿Sabéis que esa palabra no está en diccionario, no?

────Además mandó unificar los pesos y medidas, cuya diversidad ees una pesadilla para el comercio. Si os ha gustado, no dejéis de suscribiros a mi canal. Nos vemos en Biología, perdón, en Sciencias, cuando toque, tras esta semana cultural que estamos dedicando al Rey Sabio. Menos mal que a mi no me han dicho que lleve copete, porque ya tengo bastante con lo mío. Adiós, adiós y adiós.

───¡Uy, el silbo del mirlo! Majestad, os llaman por el librillo y quieren hablar. Es el maestro de Axedrez y Juegos.

──¡Eso es un copete y no el churro que lleváis, vos, maestro trovador! Hablad, hablad, os escucho y además veo vuestro copete, ¿pero vuestra merced no era calvo? ¿De dónde sale ese copete? ¿Es falso?

─Hola, mi reina, os beso las dos manos. Lamento comunicaros que no voy a poder ─pouvoir, pode, can, تستطيع, פחית , obrigado...─ presentarme en persona ante vos y los cortesanos, ya que a la misma hora tengo coenseñanza con la maestra de Lenguas y aunque me temo que voy a hacer el ridículo, para allá que voy. Pero, aunque sea por librillo, quiero mostraros algo. El rey me tiene entretenido recopilando cuantos libros pueda encontrar y con ellos componer uno intitulado Libro de los juegos de ajedrez, dados y tablas, que tiene numerosísimas miniaturas. Mirad, esta es una, en la que aparece el mismo rey, y yo también, pero no os digo quién, a ver si alguien lo adivina.

───¿Estáis tolo ─tonto─, maestro? Que esto es muy serio, los escolares están empezando a perder los modales. Vamos, id al grano.

────Voy, voy. Que digo que no dejéis de visitar la página de Juegos de la web cooperativa, disfrutad de las miniaturas disponibles, que no son muchas ─aunque podéis buscar otras─, porque el manuscrito original no está accesible en línea en la Biblioteca del Escorial, como tampoco los de otros códices alfonsinos.

─Pero lo estará pronto, ¿no?

────Eso le pido y rezo yo cada día a Santa María.

─Veo que al ajedrez parece que juegan cristianos, moros, judíos, hombres y mujeres, caballeros y gente normal.

────La gente del común, si es a lo que os referís, prefería las tablas, las damas, los dados, y otros juegos. El rey está muy interesado en la alegría, para luchar contra los disgustos y las preocupaciones. Este gran hombre es un santo además de un sabio. Ah, también aparece un extraño juego de pelota, sacado de cómo jugaban unos mancebos en un prado para el que hemos convocado un concurso entre los escolares a ver quién diseña las mejores reglas. Ya me han entregado unas cuantas propuestas. ¿No os animáis?

─Yo me presentaré, maestro.

─Y yo también.

Cantiga real a doble coro

───Majestad, otra videollamada que ha llegado al librillo. Adiós, maestro, os tengo que cortar. ¡Es el maestro Cantor de París! Nos llama desde el reino de Francia.

──¿A qué esperáis?, contestad y pasádmelo si es para mí, y no importa si no lleva copete.

────Votre Majesté, j'embrasse vos mains.

──Vamos, vamos, no exageréis, maestro Leandro, que sois de Pozuelo, hablad en romance, para que todos nos enteremos.

────Pues os decía que ya tenemos lista la conexión por videoconferencia para que podamos cantar juntos la Cantiga de Santa María elegida: vuestras mercedes desde la Corte del rey Alfonso y nosotros desde aquí. Tengo a los escolares preparados, delante del muro del patio en el que hemos pintado la escena del rey entonando. Esperamos vuestra señal.

──Nosotros también estamos listos, ¿maestro trovador?

───Vamos a estrimear, como dicen ahora, con Meet y OBS con varias cámaras. A la de tres. Que se preparen los músicos. Un..., dos.. ¡Un momento, un momento, detened todo! Majestad, bienvenido, os beso...

*─Continuad, continuad, como si yo no estuviera. ¿Qué cantiga vamos a cantar todos juntos?

 

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2.4. Escena cuarta. En el patio

*─Nos hemos reunido aquí para festejar la memoria del Rey Sabio, que soy yo, que tantos bienes y trabajos os ha ─he─ intentado traer, y lo haremos premiando a los escolares que se han destacado explorando su ─mi─ herencia: su Majestad la reina irá nombrando los más destacados, quienes se acercarán al estrado a presentar su obra y luego recoger su premio. Podéis comenzar, doña Violante.

──Llamo en primer lugar a Ñeñe Fernández, por su videopilula titulada: Eñe que eñe. Mostradla a todos.

Videopíldora Eñe que eñe, de Ñeñe Fernández.

*─Venga, subid aquí y decid unas palabras.

─Gracias, Majestades, por el reconocimiento. Os besor las manos. La verdad es que he trabajador mucho en este proyector, muy bien aconsejadar por los maestros. ¿Notáis algo raror? No es que no os hayáis lavador los oídos esta mañana, soy yo, que hablor distintor, aunque solo un poquitor, pero no por error, sino de forma intencionada. El Rey Sabio ha consagrado la eñe con virgulilla, con toda razón y satisfacción general, porque escribir se ha vuelto más sencillo y eficiente. Gracias, Majestad. Eso me ha dado una idea, una idea a la que vengo dando vueltas. Por mi parte, en mi humilde opinión, propongo poner una erre en nuestra vida, tanto en el habla como en la escritura. Cuando sea necesario, ¿eh?, solo cuando sea necesario. ¿Que estás desanimado, o agobiada por desgracias y pesares, por demasiados exámenes y el Aula Virtual, por los mensajitos de marras y las notificaciones del teléfono que no te dejan respirar? Pues pon una erre en tu vida. ¿Estás desanimada, profe, porque los estudiantes no respondemos como esperabas? ¿Por qué no pruebas este método de añadir una erre a tu existencia, mejor, a las palabras de tu existencia? Verás que todo suena diferente, y a lo mejor así cambia tu mirada y cambia tu percepción de las cosas. ¿Que cómo es eso? Pues por ejemplo, yo escribo en el chat familiar: «Ya estoy volviendorr» y mi madre y mi padre se tranquilizan y siguen a lo suyo, sin agobiarse ya. Gracias, eso es todo lo que quería decir.

──Un fuerter aplausor para Ñeñe.

─¡Feliz cumpleaños, Majestad!

*─Gracias, hija.

 

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3. Referencias

3.1. Recursos digitales

3.1.1. Diccionarios en línea

Especialmente los promovidos por la Real Academia Española de la Lengua:

3.1.2. Recursos digitales principales

3.1.3. Fuentes primarias y facsímiles

 

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3.2. Bibliografía

 

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3.3. Créditos del artículo, versión y licencia

FERNÁNDEZ DELGADO, Javier (2021). «El Rey Sabio para bachilleres, en su centenario». Letra 15. Revista digital de la Asociación de Profesores de Español «Francisco de Quevedo» de Madrid. Año VIII. Nº 11. ISSN 2341-1643 [URI: http://letra15.es/L15-11/L15-11-41-Javier.Fernandez.Delgado-El.Rey.Sabio.para.bachilleres.en.su.centenario.html]

Recibido: 1 de mayo de 2021.

Aceptado: 26 de mayo de 2021.

 

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